Capítulo 41: El plan

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—No le dimos la varita a Uma para que destruyera Auradon, mucho menos se la vamos a dar a Alessandro Tremaine —dijo Evie parada cerca del sofá.
Todos estaban reunidos en la sala de estar de su viejo escondite, y negaron con la cabeza ante la idea.
—No tenemos opción, quiero la varita o Mal sufrirá las consecuencias —dijo Ben sentándose en el sofá. Suspiró pesadamente ante el lio en que se había metido. 
—Perdiste contra Alessandro Tremaine, debimos haber negociado nosotros —maldijo Carlos para sí.
—Él solo negociaría conmigo, así lo quería —dijo Ben.
—Nunca pensé que Alessandro Tremaine fuera capaz de algo así. Me impresiona, de hecho —dijo Jay. Evie le dio un codazo—. ¿Qué? Es la verdad, es una de las peores ratas asquerosa de esta isla, eso está claro. Pero tienen que admitir que su plan malvado no está nada mal, un poco parecido al de Uma, pero nada mal.
—Eso me parece completamente irrelevante, Jay. No encuentro nada bueno en que Mal haya sido secuestrada. Ahora ella está en un gran problema —dijo Ben.
Jay alzó los hombros.
—Solo decía.
—Como repetí anteriormente, Alessandro quiere la Varita Mágica o Mal...
Ben no necesitaba explicar lo que seguía. Estaba claro para todos. Cuando villano quería algo, lo quería pronto o las cosas se podrían realmente peligrosas, y más aún si había rehenes de por medio.
—¿Entonces le vamos a dar la varita a Alessandro? ¿Es en serio? —preguntó Freddie aún incrédula.
—¡Ya lo tengo! Lo mismo que hicimos con Uma, varita falsa, es obvio —dijo Carlos.
—Descubre que es falsa y ¡bum! Mal está acabada, necesitamos algo que sea verdadero, hagamos una varita que solo haga emita chipas, y solo eso.
—¡Como fuegos artificiales!. Puedo crear un varita y ponerle un rango de disparo pequeño de un fuego artificial, así Alessandro creerá que es verdadera. Y mientras la usa escaparemos como lo hicimos la otra vez —dijo Carlos descaradamente.
—Aún así tenemos que estar preparados, ¿quién sabe qué truco sucio intentará Alessandro? Lo conozco, y sé, que no es de esos villanos que cumplen su palabra de no lastimar. ¿Recuerdan que ahora estamos en su territorio? Tendremos que ser cuidadosos. Él es muy astuto. Así que asumamos lo peor —Freddie recalcó al grupo.
—¿Dejamos espadas y armas por ahí? Si las llegáramos a necesitar —sugirió Ben.
—Me parece buena idea —aceptó Jay.
—Entonces repasásemos el plan —dijo Freddie.
—Carlos y yo iremos a Auradon a sacar la varita falsa —dijo Ben—. Jay, Evie, Freddie, consigan esas bombas de humo que usamos para distraer a Uma.
—Mal y yo las sacamos de la peluquería de Lady Tremaine. Si ponemos un pie a solo un kilómetro de distancia, Alessandro sabrá —dijo Evie preocupada.
—¡La tienda de Yzma!, ella produce químicos y pociones que son vendidos y suministrados a la peluquería de Lady Tremaine. Vayamos allá y robaremos algunos, Yzma siempre tiene un cargamento hacia la peluquería. Y Zyma no le pasa allá, hoy no es su turno. Creo que Yzla esta trabajando ahora.
—¡Es brillante, Freddie! —exclamó Evie sonriendo—. Pero no creo que necesitemos robarlos, Yzla es una vieja amiga.
—Como sea —Freddie alzó los hombros—. Yo solo quería hacerlo más divertido.
—¿Entonces, nos vemos cerca del bazar central frente al Castillo de las Gangas, mañana a las 11:00 pm? —preguntó Ben. Estiró la mano, haciendo un gesto a los demás para que hagan lo mismo. Uno por uno colocaron una mano encima de la suya.
—Por Mal —dijo él.
—Por Mal —dijo Jay, golpeando su mano.
—Por Mal —Evie añadió susurrando suavemente.
—Por Mal —suspiró Carlos.
Todos miraron fijamente a Freddie con expectativa. 
—Por Lady Me-meto-siempre-en-problemas —dijo finalmente, y con mucha renuencia puso su mano encima.
Estaba hecho. Tenían algo de miedo de lo que Alessandro Tremaine podía hacer si los descubría, pero se moverían hacia adelante. Mal siempre los unía y estuvo hasta el final con ellos. Ahora era su turno de demostrarle que sus amigos y novio estaban con ella hasta el final.

La Descendencia de la Isla de los PerdidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora