April Miller
Mientras los primos de Carl se habían con Bastián a buscar leña para una fogata, él aprovechó para mostrarme la casa, no era muy grande, pero sí muy bonita y lo mejor de todo es que no hacía tanto frío como a fuera.
—¿Entonces este lugar ha pertenecido a tu familia desde siempre? —le pregunté cuando volvimos a la sala.
—Sí, mis abuelos la construyeron y nunca la heredaron a alguien en específico, cualquier persona de la familia puede venir cuando quiera, eso sí, debe cuidarla y cuidar todo lo que está en ella.
—Eso es genial —el lugar se sentía muy familia, acogedor y por las fotografías en la pared, parecía que todos disfrutaban ir ahí.
—Tú y yo podremos venir las veces que queramos —se acercó y me abrazó por detrás—. Durante el invierno nieva, imagínate al campeón jugando en la nieve —acarició mi vientre.
—Carl, ya hablamos de esto —me separé de él y lo vi—. Bastián es el papá de mi bebé...
—Lo sé, pero es tuyo y lo quiero.
—Y yo sé eso, pero a Bastián no le gustan ese tipo de comentarios y mucho menos que hagas ese tipo de planes —dejó caer sus hombros.
—Es que no puedo hacer planes contigo sin incluirlo a él —señaló mi vientre.
—Pero Bastián no debe escucharlo, después de lo del otro día tuvimos una discusión...
—¿Qué? —frunció el ceño.
—No fue nada grave, pero no me gusta estar peleada con él.
—Ya entiendo y está bien —me tomó de la mano—. No vamos a discutir por esto —besó mi frente—. Mejor vamos a buscar algo de comer.
—Esa idea me agrada mucho —fuimos a la cocina y preparó sándwiches.
Sí quería a Carl, no lo iba a negar, pero empezaba a creer que Bastián tenía razón con respecto a que quería reemplazarlo, pero yo no lo iba a permitir, Bastián era su papá y nada ni nadie iba a cambiar eso.
Luego de un largo rato Bastián y los primos de Carl aparecieron con leña y de inmediato empezaron a preparar todo, entre ello las galletas, chocolate y malvaviscos. Todo lo que necesitaba una embarazada con muchos antojos.
—Voy a ir a cambiarme —Nora se acercó a Bastián—. Luego seguimos hablando —Bastián rio.
—No, ya olvídalo —no tenía ni idea de qué estaban hablando.
—No lo haré —ella se fue y Bastián se quedó riendo.
—¿De qué hablaban, eh? —le pregunté y me vio.
—Le estaba contando algunas anécdotas con Charlie.
—Um, a mí nunca me has contado nada de tu amistad de Charlie —me vio.
—Algún día lo haré —se sentó a mi lado—. Cuéntame, ¿cómo va tu luna de miel? —preguntó Bastián sonriendo y golpeé su brazo.
—Bien, va muy bien, aunque no es ninguna luna de miel —rodó los ojos—. Pero por otro lado, ni creas que no me he dado cuenta de lo juntito que andas con Nora —hice una mueca al decir el nombre de la chica, aunque no me caía mal, sólo lo había hecho por bromear.
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Embarazada De West [West#1]
Romance¿Hay algo peor que perder la virginidad en una borrachera? Sí, es aún peor perderla con el más idiota y antisocial de toda la universidad, y a eso agreguémosle perder mi excelente reputación y terminar expulsada de la hermandad. ¡Ah, claro! Olvidab...