April Miller
Quedé boquiabierta al ver la maravillosa decoración del jardín; había una mesa grande en donde todos estaban dejando los regalos, en otra estaba un pastel con un pequeño zapato celeste encima, galletas en forma de carriola, biberones y cosas así. Los centros de mesa eran un biberón, habían decoraciones con Mickey Mouse y por un momento me pregunté cómo Maggie había descubierto mi gusto por Mickey Mouse, pero luego recordé que Renata le había ayudado. Era la mejor amiga del mundo.
—¿Te gusta? —Renata pasó uno de sus brazos por mis hombros.
—Todo está hermoso —pasé mi brazo por su cintura—. Gracias —besé su mejilla.
—No me des las gracias a mí, dáselas a tu hermosa suegra que te ama —la vi sorprendida—. Has hecho mucho por ella y su familia.
—¿Yo? ¿Por qué lo dices? —de dónde sacaba esa locura.
—Ayer que fuiste a conocer a los padres de Charlie, que por cierto acabo de conocerlos, porque andan por acá y son igual de divertidos a Charlie —asentí. Charlie había salido relajado y divertido a sus padres—, ella nos dijo eso a Shark y a mí. También dijo que te quiere como a una hija —mordí mi labio inferior intentando no llorar.
—Voy a llorar —hice un puchero.
Nunca había tenido el amor de una madre y que ella dijera eso, realmente me emocionó mucho, porque al pasar tiempo con ella si imaginaba que así hubiera sido mi vida, sino tocado la madre que me había tocado.
—Por favor no llores, vas a arruinar tu maquillaje —me acarició la mejilla—. Mejor da una vuelta para que yo pueda ver lo linda que estás —hice lo que dijo—. Amiga, te ves hermosa —me abrazó—. Este bebé realmente te hace ver más bella de lo que eres —reí.
—El embarazo me sienta bien, eh —ambas nos abrazamos.
—Oigan, yo también quiero amor —nos separamos un poco y Shark estaba parado a nuestro lado, abrimos los brazos y dejamos que se uniera a nuestro abrazo—. Que bien se siente —le dio un beso a Renata en el cabello.
—Yo también quiero abrazo —Charlie también se unió—. Somos tan románticos, tan dulces como la azúcar y empalagosos, damos diabetes —todos reímos aún abrazados—. Pero se siente bien. Chicas —ambas lo vimos—, las amo —besó la mejilla de cada una.
—Yo también las amo y a este pequeño, bebé West —Shark puso una mano en mi vientre—, que nos unió como una familia.
Sí, ellos eran mi familia.
—¿Qué es esto? —todos vimos a Bastián, que estaba parado cerca de nosotros—. Suelten a mi novia, la van a aplastar —me tomó del brazo y todos me soltaron—. Ven mi amor —pegó mi cabeza a su pecho y acarició mi cabello—. ¿Esos raros te estaban aplastando? —acarició mi mejilla y reí. Estaba muy contento como para hacer bromas.
—Tú también quieres abrazo, así que sólo debes pedirlo y te lo daré —Charlie le guiñó.
—No, los únicos abrazos que quiero son los de mi novia.
—No te hagas, aún te mueres por mí —Charlie se abalanzó sobre nosotros y luego se unieron Renata y Shark.
—Ustedes son muy pegajosos —se quejó mi novio, mientras yo sólo reí.
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Embarazada De West [West#1]
Romance¿Hay algo peor que perder la virginidad en una borrachera? Sí, es aún peor perderla con el más idiota y antisocial de toda la universidad, y a eso agreguémosle perder mi excelente reputación y terminar expulsada de la hermandad. ¡Ah, claro! Olvidab...