Embarazada De West [West#1]

15- Adiós. ✔

April Miller

Al bajar del auto de Bastián —porque sí, ya empezaría a llamarlo Bastián—, me sentí algo decepcionada por no haber pasado más tiempo con él. Porque me había demostrado que en serio le importa su hijo, nuestro hijo, y me sentía muy contenta con eso, sabía que si él no se hacía cargo yo lo haría sola, pero tener apoyo se siente bien y más cuando es como él. Verlo preocupado por las vitaminas y todo eso me emocionó bastante, también. Al igual que escuchar los latidos de su corazón, no pude distinguir mucho en la pantalla, pero escuchar su corazón fue como una confirmación más de que ya estaba conmigo. Me sentía feliz de poder haberlo escuchado.

Dejé de pensar en todas esas cosas bonitas y me preparé para un caos antes de entrar a la casa y dirigirme a la sala y comprobar que sí había un caos. Ahí me encontré con un gran escándalo, todas estaban exaltadas, ansiosas y gritaban a la vez. Costumbre de ellas. Al verme Renata de inmediato se levantó de su lugar y caminó hacia mí con una cara de preocupación. Todo eso debía ser serio para que ella estuviera así.

—Que bueno que llegaste —me tomó del brazo y me alejó un poco del escándalo.

—¿Por qué están así? —señalé el alboroto sin poder entender que lo había causado.

—La estúpida de Shelsy, ya se...

—¡Vaya, vaya! —gritó Shelsy y todas se callaron, incluyendo a Renata que me dejó con la duda—. Miren quién llegó —me señaló.

—¿Tienes algún problema conmigo? —pregunté harta de sus estupideces. No sabía que estaba pasando, pero esa estúpida no iba a salirse con la suya.

—Yo no, pero tú... sí —fruncí el ceño—. Creo que todas acá recuerdan aquella fiesta en la que April —me vio sobre su hombro—, pasó la noche con West, ¿o me equívoco? —todo su grupito asintió, el resto sólo se quedó esperando a qué iba todo, al igual que yo.

Ese tema ya lo habíamos hablado, todo se había solucionado, a menos que se hubieran dado cuenta que estaba con él. Yo prometido que no volvería a pasar y aunque no habíamos tenido sexo otra vez, había estado casi toda la tarde con él.

—Deja de darle tantas vueltas al asunto y habla ya —exigió Jackie—. A diferencia de ti, muchas tenemos cosas que hacer —en serio que nadie la quería y ella no lo podía entender.

—Bien —se encogió de hombros—. April, está embarazada y por lo tanto no puede seguir aquí —dijo rápido, pero claro y todas lo entendieron, porque no faltó una que me viera asombradas. Mientras tanto yo, me quedé inmóvil y sin palabras en mi lugar.

—¿Eso es cierto? —preguntaron varias y tenía un nudo en mi garganta.

Vi a Renata, sin saber qué hacer, porque al parecer me equivoqué y la estúpida si se saldría con la suya.

—Anda April, diles —insistió la estúpida de Shelsy, con la mejor sonrisa de satisfacción que tenía. Lo estaba disfrutando.

—¿Cómo sabemos que no es una de tus tantas mentiras para tomar el lugar de April? —preguntó Jackie y hubiera deseado que fuera mentira y no fallarle a las que habían creído en mí.

—Tengo pruebas —le hizo señas a una de sus amigas y esta le dio una bolsa, mi bolsa—. Estas pruebas creo que son más que suficientes para demostrarlo —sacó las pruebas de embarazo que me había hecho. La maldita había entrado a mi habitación y había hurgado en mis cosas.