Capítulo 15

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—Entonces —habló la rubia—. ¿Me recuerdas porque iremos a la casa de las gemelas?

—Porque Onyx cumple años y Obsidiana dijo que quería celebrar al único familiar que tiene en este mundo, aunque a ella le desagrade celebrar su cumpleaños, o eso entendí —rió Lapis—. Y ellas nos han tratado bien, por eso iremos...

—Mmm... no lo compré nada...

—Tranquila, vamos a decir que el regalo es de parte de las dos —sonrió.

—Okay —rió—. Por cierto, ¿te dije lo hermosa que te ves con ese vestido?

—No —sonrió y se acomodó el cabello.

—Pues te ves totalmente hermosa.

—Gracias, Peridot —rió—. No puedo decir lo mismo de ti, pero bueno.

—¡Oye!

Lapis rió de nuevo por su expresión —Claro que pienso que eres linda, Peri —la miró tiernamente—. Eres muy linda...

—Nah, no soy linda. Soy sexy, todos lo saben.

—Ajá —rió y miró por la ventana—. Oh, es en la siguiente cuadra.

Peridot asintió y siguió conduciendo. Se estacionaron fuera de la casa de las hermanas Moore, también se encontraba una automóvil rojo, este no era de ellas, las gemelas tenían una Navigator negra.

Peridot bajó primero del auto y fue con prisa a abrirle la puerta a Lapis, le dio la mano para salir. La peliazul sonrió avergonzada por la acción y tomó su mano. La rubia se aseguró de cerrar bien el auto, avanzaron juntas hacia la puerta y Lapis fue quien tocó el timbre. Obsidiana abrió con una sonrisa.

—Hey, pasen.

La pelinegra se hizo a un lado para que las dos chicas entraran a la casa, pasó después de ellas. La casa tenía uno que otro globo y serpentinas por dentro, realmente no era algo exagerado.

—Bueno, bienvenidas a nuestra reunión privada —rió—, ella es Bix, una vieja amiga.

Se refería a una bella joven de cabellos color cereza, ojos oscuros y piel blanca. Llevaba un labial rojo intenso.

—Y él es Iolite, otro amigo —se trataba de un joven de piel y ojos oscuros, al igual que su cabello, aunque este tenía un par de raros morados y violetas.

El joven saludó con un "hola" y una sonrisa, la otra solo hizo una seña y sonrió igual.

—Yo soy Lapis —la peliazul se sentó junto a ellos.

—Y yo Peridot.

—Lapis, lindo vestido —dijo Bix.

—Gracias —sonrió—. Y, ¿dónde está la festejada?

—Arreglándose —respondió la pelirroja—. Oh, ahí está —rió.

Todos voltearon a ver a la chica, lucía un vestido negro con detalles plateados, la prenda le quedaba arriba de las rodillas. Su cabello se veía voluminoso.

—¿Cómo me veo?

—Genial —la rubia acomodó sus lentes.

—Excelente, Onyx —la peliazul sonreía.

—Te ves muy bien —dijo su hermana—. ¿Por qué te arreglas tanto? Creí que no te agradaba mucho esta idea...

—Es que... invité a Sam, y ya sabes —sonrió.

—Oh...

—¿Quién es Sam? —preguntaron los cuatro invitados, prestando mucha atención a Onyx.

Hazme sentir | LapidotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora