Hazme sentir | Lapidot

Capítulo 3

La peliazul bajó del taxi en una gasolinera. Justo a lado se encontraba una tienda de conveniencia, fue a ella.

Tomó un refresco sabor uva y goma de mascar, pagando poco después.

Tenía que caminar al menos media hora para llegar a su destino, el lugar en donde se reunían todos estaba alejado de casi todo.

Rió un poco, había recordado la expresión asustada de la joven de unos minutos antes.

Comenzaba a aburrirse de tanto caminar, no traía ni siquiera audífonos y escuchar música sin ellos no era agradable. Pensaba simplemente en tomar el dinero que tenía y huir a otro continente, o planeta. No lograba acostumbrarse realmente a su vida, a pesar de que ya tenía cierto tiempo en el negocio.

Y ella no era para nada como su hermana Blue Pearl, eso no era nada bueno.

Y como siempre, se sentía atrapada. Anhelaba más que nada ser libre, intentar ser feliz.

Pudo divisar la gran bodega y a algunas personas afuera de ella, se acercó a la gran puerta. Hizo un ademán para saludarlos y entró, caminó por los pasillos hasta llegar a la oficina de Blue Diamond. Cuando tocó la puerta su hermana abrió, la dejó pasar.

—Tardaste.

—Tuve un percance —dijo irritada.

—¿Estás bien?

—Sí.

—Lapis —dijo su madre.

—Toma —dejó el sobre en el escritorio, se apoyó en el. Se cubrió la frente y se quejó.

—Querida —se asustó—. Pearl, ve por ellas.

Lapis se sentó lentamente, tomó las pastillas que Blue Pearl le había dado. Bebió del vaso con agua que estaba en el escritorio.

—Esos dolores de cabeza no me dan confianza —la miró preocupada—. Te conseguiré a algún medico.

—No, sólo estoy estresada.

—No tienes un trabajo tan pesado, no entiendo por qué te sientes así.

—Tal vez porque no me gusta hacer esto —murmuró enfadada.

—Lapis.

—Odio esto.

—Basta, te comportas como una niña. Lamento tener que decirte siempre lo mismo, pero es lo que hacemos. Es nuestra vida.

—Pero... —se arrepintió de seguir con la discusión, sabía que no llegarían a nada. Se levantó de la silla.

—¿Adónde vas?

—A mi casa.

—Espera —la tomó del brazo—. Necesitamos arreglar algunos asuntos aún.

—¿Qué asuntos?

—Blue Agate va a informarte.