—¡Abuelita! —la niña corrió hacia la alta mujer de cabellos platinados, ésta la recibió con un abrazo, y una gran sonrisa.
—Debo admitir que me siento vieja cuando me dices así —rió.
—Lo siento, abuela Blue...
—Tranquila, Mal.
—Pero sabes que luces joven, ma —la peliazul se acercó a ellas.
—Sí, lo sé.
Lapis sonrió y fue a sentarse a uno de los sofás, revisó su teléfono. Tenía algunos mensajes de Jasper, y los de Peridot no llegaban desde casi una semana antes. No sabía cómo sentirse respecto a eso.
—¿Con quién hablas? —preguntó su madre.
—Con Jasper.
—Oh, ese joven —dijo con un tono serio.
—¿De verdad te desagrada?
—Algo, desde que me contaste todo respecto a él, no me agrada.
—Ha cambiado, tú has visto como se lleva con Malachite, ¿no?
—Sí.
—Yo lo aprecio, sé que es una buena persona.
Blue miró a Lapis, luego se acercó a ella, sentándose en el sofá. La pequeña rubia se distraía con los juguetes de Blue Pearl y Lapis, los que solían estar guardados en una caja, en el ático.
—¿Sólo lo aprecias?
—¿Qué? —la miró confundida.
—Sabes a lo que me refiero, Lapis.
—Mamá...
—¿En qué situación te encuentras con él?
—No lo sé realmente, bueno, nos llevamos muy bien, convivimos mucho por Malachite. Pero, sólo es eso...
—Y, ¿haz considerado estar con él?
—¿En una relación?
—Sí.
—No —negó con la cabeza—. Cielos, Blue, sólo llevamos algunas semanas así. Yo no creo que llegue a sentir algo como para ser pareja, además, creí que no te agradaba, ¿porque quieres que...
—Oye, pregunté por duda —rió—. No porque quiera juntarlos.
—Ah —suspiró—. Bueno, la respuesta es no.
—Okay, ¿quieres una taza de té?
—Claro...
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Jasper, Lapis y Malachite se encontraban viajando en la camioneta, ya estaba atardeciendo.
La niña continuaba comiendo del algodón de azúcar que le habían comprado poco antes, Lapis y Jasper iban conversando en la parte delantera.
Entraron a la casa, hablando y recordando lo que habían hecho en el día. Como en otras ocasiones, habían ido a pasear a un parque, habían ido a comer también.
Las últimas semanas se habían divertido mucho, y era genial. Aunque Lapis temía de que Malachite se acostumbrara, pues sabía que no siempre sería así.
Pero estaba segura de que ese tiempo había sido increíble.
La pequeña de cabellos rubios se encontraba en la sala, tenía una hoja y unos cuantos lápices de colores, estaba concentrada dibujando múltiples flores.
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Hazme sentir | Lapidot
FanficDespués de pasar por cosas terribles, ambas comienzan a conocerse aún viviendo en un desastre. Lapis y Peridot tendrán que aprender a ser sinceras y apoyarse en todo momento. En el amor no todo es felicidad, y menos en su situación.