Narra Alicia.
Una vez que veo a Dani marcharse de mi habitación, y llegar a su casa, me arreglo un poco la ropa, y decido en bajar al comedor, antes que mi madre suba desesperada. Cuando llego, retiro mi silla, que está justamente enfrente de mis padres.
-¿Qué has hecho durante todo éste rato?-pregunta mi madre.
-Pues he ordenado mi ropa en el armario, y luego me he quedado dormida.-en ese instante, Camilia deja enfrente mía, un buen chuletón, y comienzo a salivar.
Después de mi explicación, no he vuelto a cruzar ninguna palabra con mis padres. Seguro que estarán pensando en su trabajo. No puedo evitar sentirme culpable por no aprovechar mis estudios en Roma, pero es que no puedo marcharme, y olvidarme de todo. No puedo olvidarme de Sandra, ni de mis padres, aunque haya veces que estén muy ocupados, y no me presten la atención que necesito... Pero no podía. Tampoco podía olvidarme de Camila ni de Roger, ni de nada de aquí. Además, lo pasaría mal. No entiendo apenas ésa lengua, sólo sé algún que otro insulto que me ha enseñado Sandra, pero creo que con eso no me podría apañar... Y ¿cómo olvidarme de la persona de la que estoy enamorada? Sé que estoy enamorada de Dani, y me dí cuenta, cuando me dejó plantada en el Starbucks, y los ojos se me inundaron de lágrimas, y que porsupuesto, mi orgullo jamás me dejaría que se derramasen. Y fue ahí, que entre la rabia y la ilusión, decidí firmemente en irme a Roma.
-Mamá, papá.-los dos levantaron la mirada hacia mí-. Siento mucho no aprovechar la oportunidad de ir a Roma.
-Es un gran error, y con el tiempo te arrepentirás. Poder conocer la tierra que acogió a tu abuela con mucho cariño, y no ir...-me dice mi madre. Sus palabras siempre son así de directas, pero sé que no lo hace con mala intención.
-Mamá, el año que viene iré. Pero quiero acabar mis estudios de bachillerato aquí.
-¿Y qué Alicia? Allí también podrías acabar el bachillerato, ¡y además en castellano!-grita mi madre.
-Por Dios mamá, la que estás liando...-me echo las manos a la cabeza.
-No le hables así a tu madre.-salta mi padre, que desde entonces, a estado pendiente a la concersación.
-Tienes que tener algún motivo por el cual hayas decidido no ir a Roma...-dice mi madre más tranquila.
Ni de coña voy a decirle que ha sido por Dani.
-Pues cómo antes he dicho, es porque os echaría de menos.
Un rato en silencio, y mis padres se levantan de la mesa, dejándome sola. Como de costumbre.
La verdad, es que creo que a mi madre le ha molestado que no vaya a Roma, por mi abuela. Y además, hemos ido muchas veces a la Toscana, donde tenemos una gran finca que compartimos la familia de Sandra y la mía.
Recojo los platos, y ayudo a Camila a lavarlos. Aunque sea del servicio, me gusta ayudar en las tareas de la casa, porque si algún día, yo no dispongo del servicio, tendré que hacer yo las cosas.
Cuando termino de ayudarla, me subo a mi habitación, ya que en menos de dos horas, he quedado con Dani para montar en monopatín. Ya veréis las risas que nos echamos. Como aún falta para la cita, decido mandarle un WhatsApp a Sandra, y ya de camino, quedamos los cuatro. Jesús, Sandra, Dani y yo.-Hola mi amor.
-Hola cariño, ¿me puede explicar el por qué de ésa bipolaridad?
-Pues que tía, que no podía dejarte aquí...
-¿Seguro que es por mí?
-Entre otras cosas... No me imagino mi último año de instituto sin ti.
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Enemigos Perfectos
Fanfiction¿Tienes miedo a enamorarte de la persona equivocada? Siempre han dicho que las apariencias engañan. Te aseguro, que ésta novela, no te dejará indiferente. Lee y vive en primera persona los primeros síntomas de una chica que se enamora de alguien...