Veintiseis

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Narra Dani.

La he besado. Tenía que hacerlo. No me aguantaba éstas ganas de sentir sus labios en los míos. Y a sido fantástico, y muy dulce, como ella.

Pero ya se ha ido. En realidad quería decirle todo lo que siento, no tenía planeado besarle, y tampoco pensaba que me iba a seguir y devolver el beso. Como he dicho en muchas ocasiones, ésta chica es como una caja de sorpresas. Me encanta.

Alicia ya se ha metido en su casa, y yo voy hacia la mía.
Si digo la verdad, no me imagino todo éste curso sin ella. Sin verla por la ventana de su cuarto, sin quedar con ella en el parque para que me enseña a patinar... la voy a echar muchísimo de menos.

Me tumbo en la cama, y me pongo con el móvil, recibo un WhatsApp, es de Alicia. El móvil casi se me cae de las manos, de lo nervioso que estoy.

-Mira Daniel, no sé a que a venido ése beso que te he dado. No quiero que te sientas violento, y ni pienses que soy una facilona.

-¿Qué? No, no pienso que seas una facilona. Y no te preocupes por el beso... Además, yo te lo dí primero.

-Sí..

Ya verás que no le ha gustado. Voy a cambiar de tema.

-¿Por dónde vas?

-Vamos camino al aeropuerto.

-¿A qué hora sale tu vuelo?

-Dentro de una hora... y estoy que me muero de sueño.

-JAJA, yo estoy en la camita. Calentito.

-Oye cállate tío... No me das ningún tipo de envidia, si es eso lo que pretendes darme.

-JAJAJAJA, se te va a echar muchísimo de menos por aquí. Ya  no podré verte cuando me asome a la ventana.

-Ya... Bueno, yo también te voy a echar de menos.

-Alicia, te tengo que decir una cosa.

-Dime.

Respiro hondo, y empiezo a escribirle todo lo que siento por ella.

-No quiero que te asustes por lo que te voy a decir. Tampoco quiero que me bloquees por ningún sitio ni nada, por favor...
Necesito que te quedes. Necesito que éstes aquí. Por favor, no cojas ése avión. No me dejes solo, porque sé que sin ti aquí, volveré a ser el mismo que le hace daño a las chicas. Tú me haces ser mejor persona, tú, has sido la primera persona que a aceptado venir conmigo a Valencia. Necesito en mi vida, a una persona aventurera y atrevida. Que le de sentido a mi vida. Y tras tiempo buscando, te encontré. Quiero que formes parte de mi vida, y yo quiero formar parte de tu vida. Alicia, no quería admitirlo aún porque apenas nos conocemos, pero quiero que seas consciente de mis sentimientos hacia ti. Que te quiero Alicia. Te quiero de verdad, y por tí haría lo que hiciese falta. Te quiero más que a nada en el mundo. Por favor, no te vayas a Roma. No me dejes, conozcamonos, y si tú sientes lo mismo que yo, intentémoslo. Pero por favor, no te vayas. Te quiero, y puedo decir muy seguro, que jamás lo había sentido por nadie.

Nada más que se lo envío, me lo deja en visto.
Me he desahogado por completo. Bloqueo el móvil, y lo tiro encima de la cama. No me puedo creer que le haya dicho todo lo que siento.

Me tiembla todo.

Tras unos minutos después, suena mi móvil. Era ella. El corazón se me iba a salir por la boca.

-No sé aún muy bien lo que siento, pero algo sí que siento. No te puedo decir que lo que siento por tí sea amor, o que esté enamorada de tí, pero sí que me gustaría conocerte más.

-Haré lo que sea para que te enamores de mí.

-Pues ve haciendo algo, porque vuelvo a casa.

No me lo puedo creer. ¿Vuelve a casa? ¿Se va a quedar en España?

-¿Pero vas a dejar tu sueño?

-Puedo echar la solicitud el próximo año. Tengo otro sueño en Madrid.

-¿Qué sueño?

-Conocer a la persona que me haga sentir bien, que me haga vibrar, que me haga reír, que entre sus brazos me haga sentir segura y protegida. Quiero sentirme cómo en casa contigo, Dani. Quiero conocerte, y enamorarme de tí.

-Y yo quiero enamorarte. Te quiero.

-Me gustas.

-Acabarás diciéndome te quiero.

-Ojalá sea así... Te tengo que dejar, ¿vale?

-Sí, ¿quedamos ésta tarde?

-Claro, pero por favor, no me dejes plantada ¿vale?

-Te prometo que no lo haré.

Dios de mi vida, no me lo puedo creer. El corazón me va a mil.
Corro hasta la habitación de Jesús, y lo despierto.

-Tío Jesús, despierta.-le muevo.

-¿Qué pasa?

-Dios, no sabes lo que me ha pasado...

-¿Has dejado a alguna chica embarazada?

-Eres gilipollas tio.-digo un poco molesto, aunque lo olvido-. No tío... He besado a Alicia.

-¡¿Cómo?! ¿Cómo ha sido?

-A sido muy bonito. Creía que me iba a dar un tortazo, pero no a sido así. Me ha seguido el beso, y antes de irse, me besó.

-¿Y qué vais a hacer? Porque ella se va de España.

-No, al final no se va. Se va a quedar, y ésta tarde hemos quedado.

-Dani, todo lo que vayas a hacer, piénsalo dos veces. Con ella no hagas ninguna estupidez, ¿vale? Ésta chica no es cómo las demás.

-Ya lo sé Jesús. Por eso me he comprometido a cuidarla y quererla siempre.

Enemigos Perfectos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora