Capítulo 6.

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Narradora Emma.

~Dos semanas después~

Llego después de estar corriendo diez minutos para poder llegar a tiempo y entro al ascensor respirando con dificultad.

- Buenos días.-me dice Ali al oído haciendo que me sorprenda.

-Dios que susto.-digo y está se rie.

-Estas un poco palida.-dice y yo asiento.

-No me encuentro muy bien y además anoche tuve treinta y nueve y medio de fiebre.-ella abre los ojos sorprendida y me toca la frente.

-Y ahora también tienes. ¿Por qué no te has quedado en casa?.-dice con el ceño fruncido.

-No quiero empezar a faltar al trabajo. Un poco de fiebre no pasa nada.-la puerta se abre y me encuentro a nada más y nada menos que mi querido amigo el señor simpatico, nótese la ironía.

Me mira serio y mira a Alison. Entra y se pone a mi lado.

- Buenos días Alison.-dice y ni siquiera me menciona.

- Buenos días señora James.-dice Alison y me mira. Vuelvo los ojos y nos quedamos callados.

Llegamos a la tercera planta y la puerta se abre. Ali y yo salimos y él se queda en el ascensor.

-Señorita Emma.-dice y yo me giro.-La quiero en mi despacho en diez minutos.-asiento y el ascensor se cierra.

-No lo soporto.-digo y Ali se rie.

-No os soportais ninguno de los dos. Pero lo mejor es que como yo decía de pequeña, los que se pelean se desean.-dice y no puedo evitar reír.

-Yo nunca desearía a ese tipo.-digo y suelto mi bolso en la mesa.-Ahora vengo.-digo y está asiente con una sonrisa.

Vamos a ver que quiere el señor simpático.





Pego en la puerta pero nadie me contesta entonces decido entrar.

Al entrar veo que en el despacho no hay nadie. Suspiro al saber que me ha hecho venir para nada y me giro.

Al girarme siento un golpe en mi cara y me separo. Miro al frente, me toco la nariz que me duele por el golpe y me encuentro con esos ojos color verde intensos y neutros.

-¿Qué haces aquí sin yo estar presente?.-pregunta con el ceño fruncido.

-He venido porque tú me has dicho que venga.-digo y este se cruza de brazos.

-¿Quién te ha dado permiso para que me hables de tú?.-dice y yo suspiro rendida.

-Lo siento señor James.-digo y vuelvo los ojos.

Este pasa por mi lado chocando su hombro con el mío o intentándolo ya que soy más bajita que él y la distancia entre su hombro y el mío es bastante grande.

-Quiero que vayas a la sala donde están todos los archivos económicos de la empresa y los ordenas todos, por orden alfabético, por fecha... como quieras pero los quiero ordenados.-asiento y este se me queda mirando sin decir nada.

Sin poder evitarlo me muerdo el labio, sus ojos pasan a este y una corriente eléctrica recorre todo mi cuerpo

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Sin poder evitarlo me muerdo el labio, sus ojos pasan a este y una corriente eléctrica recorre todo mi cuerpo. Miro a otro lado y este hace lo mismo.

-Bueno...mmm...voy hacer eso.-digo y este se gira para mirar por la cristalera sin decirme nada. Niego con la cabeza y me voy de allí.




Meto la llave en la cerradura y al abrir la puerta me encuentro con un montón de papeles.

Meto la llave en la cerradura y al abrir la puerta me encuentro con un montón de papeles

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-Que cabron.-digo entre dientes y entró cerrando la puerta detrás de mi.


Me siento en una silla y suspiro. Ya me queda menos para terminar. Noto como me ha subido la fiebre y decido ir a por una pastilla. Al intentar abrir la puerta me doy cuenta que me he dejado las llaves puestas por fuera y empiezo a ponerme nerviosa.

-¡Abrirme!.-grito varias veces pero nadie me escucha.

Empiezo a dar vueltas y noto como me empiezo a marearme. Me tocó la frente y me la noto ardiendo.

-Por favor abrirme.-digo y una lágrima en pieza a caer de mis ojos.

Noto como mi cuerpo empieza ha pesarme  y de repente todo se vuelve negro.

Tenías que ser tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora