Tenías que ser tú.

Capítulo 20

Narrador Stephen.

Veo como se marcha y me siento incapaz de ir detrás de ella. He sido un gilipollas.

Me voy hasta mi despacho y tiro todo lo que hay sobre la mesa. La puerta se abre y Fernanda entra y me mira.

-Stephen.-dice y la miro.-Yasta, olvídala. Estoy yo aquí y se que soy a la que tú realmente amas. Te he echado mucho de menos.-me agarra de la cara y une nuestras frentes.

-¿Por que fingiste tú muerte?.-pregunto y miles de recuerdos invaden mi mente.

-Quería protegeros. A ti y a nuestro hijo.-dice y una lágrima cae de mis ojos.

-¿Dónde está?.-pregunto y ella se separa. Veo como sus ojos se llenan de lagrimas y me temo lo peor.

-El murió Stephen. Nació muerto.-un dolor aparece en mi pecho y ella se acerca a mi.

-Podemos volver a intentarlo. Ya no tenemos diecisiete años. Somos lo suficiente maduros para crear una familia y estar siempre juntos.-me da un pequeño beso y yo me aparto.

-Déjame solo.-esta asiente y coge su bolso.

-Llámame.-me deja una tarjeta encima de la mesa y se va.

~Dos días después~

Termino la reunión con unos socios muy importantes y voy hasta mis despacho.

Al entrar me encuentro con Albert sentado en una silla. Este al verme se levanta y me abraza.

-Lo se todo.-dice y no puedo evitar abrazarlo más fuerte.-Estoy aquí amigo.-unas lagrimas salen de mis ojos y me las seco.

Me siento al lado de él y este me mira.

-¿La sigues amando?.-pregunta y frunzo el ceño.

-No lo se.-digo y miro mis manos.

-Si lo sabes y yo también.-lo miro y me sonríe un poco.- Tú no la amas Stephen, pero es el pasado que ha vuelto, un pasado demasiado fuerte y que te lo ha revolucionado todo. Tú a quien amas y por la que estas a sí es por Emma.-mi ojos se vuelven a llenar de lagrimas al escuchar su nombre y me tapo la cara con las manos.

-La he cagado. No se que hacer porque Fernanda era la madre de mi hijo y el amor de mi adolescencia y Emma...-digo y Albert me mira con una sonrisa.

-Emma lo es todo. Es la que quieres que sea la madre de tus hijos y con la que compartir toda tu vida.-asiento con los ojos llenos de lagrimas y este me agita.

-Para de llorar, sal ahí y búscala. Dile lo que me estás diciendo a mi. Explícale lo de Fernanda y se feliz con ella. Te lo mereces Stephen.-dice y yo asiento. Me seco las lagrimas y salgo del despacho.

Llego hasta la oficina de Emma y la busco con la mirada. Me doy cuenta que sus cosas no están y frunzo el ceño. Miro a mi alrededor y veo a Ali. Me acerco a ella y esta me evita la mirada.

-Ali ¿Dónde está Emma?.-pregunto y está me mira con tristeza.

-No puedo decírtelo Stephen.-dice y vuelve a mirar su ordenador.

-¿Por qué  no ha venido a trabajar?.-pregunto y doy un golpe en la mesa haciendo que me mire.

-Ha pedido una excedencia por un tema familiar.-frunzo el ceño y suspiro.

-Yo no le he dado ninguna excedencia, ademas no he sido informado de ello.-esta me mira y se pone nerviosa.

-Se la he dado yo Stephen.-dice la voz de mi madre detrás mía y me giro.-Y también he sido yo la que se ha encargado de que tú no te enteres.-frunzo el ceño y me acerco a ella.

-¿Dónde está?.-pregunto enfadado y esta me mira seria.

-¿Ahora te importa? Porque creo que no te importaba tanto cuando te besabas con la asquerosa de Fernanda.-miro a otro lado y suspiro.-Stephen vas aprender que las palabras tan fuertes como te amo tiene mucho significado para algunas personas y que las tienes que respetar porque no es una palabra cualquiera. Solo te digo una cosa, has perdido a la mejor chica y a la única que merecía la pena dejarlo todo.-esta de gira y se va a dejandome allí con la mirada de todos posadas en mi

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