Veinticuatro.

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Capitulos para el capitulo:

Missing- Evanescence

Wires- Athlete

A sad memory- Yiruma

24

HARRY'S POV.

*****

Junio 18, 2011.

Once putos días.

Once días sin poder soportar la idea de dormir. Once días sin haber tenido más que un par de bocados pasar por mi garganta. Once días sin poder respirar, en este puto agujero. Once días desde que aquella maldita bomba estalló en mi cuartel. Once días, desde que perdí a más de la mitad de mis marines. Once días desde que he soportado más cosas de las que podría haber imaginado, ser posibles. Once días desde que me capturaron.

Solo doscientas sesenta cuatro horas y ya estoy completamente jodido.

"Oh, mierda, mierda." Estalle mi puño contra el suelo. Eche mi cabeza para atrás, doliéndome como el infierno, en el momento en el que la herida de mi espalda pego contra la dura pared de roca detrás de mí. "¡Mierda!" Volví a repetir. El dolor de mi costilla rota se hacía cada vez más y más insoportable. No era nada comparado con el dolor de mi espalda, pero con el paso de los días me había acostumbrado a este.

Flexione mis brazos en un vago intento para ponerme de pie, pero mis brazos y piernas temblaban con el más remoto esfuerzo. Siendo un jodido marine, podría pensarse que era para cosas como estas para las que nos preparaban, pero jamás pensé que pudiera existir un sufrimiento como este. Nada podía compararse. Escanee mi pequeña 'cueva' por milésima vez intentando encontrar algo útil para poder levantarme, pero como ya sabía; no había nada. Estábamos bajo puta tierra. Sería un refugio secreto al mando de los malditos afganos. Estaba hecho de piedra y apenas se colaba un pequeño hilo de sol dos horas cada día. Las demás horas, eran de plena jodida oscuridad. Habian unos barrotes al fondo, por el que entraban cada cuanto personas a golpeare o humillarme. Enfrente de la mia, estaba otra celda pero esta estaba vacia.

Pase saliva pesadamente, jadeando cuando una oleada de fuego quemo mis cuerdas vocales. No recordaba cuanto tenia de la última vez que había tomado agua. Eran más de 24 horas, estaba seguro, solo no recordaba exactamente cuando. Cada día era mas agonizante que el anterior.

El primer día estuve por horas dentro de una maldita cajuela. Estaba amarrado de pies y manos. Ojos vendados y mi boca tapada. Estuve intentando gritar todo ese tiempo, recibiendo gritos en un lenguaje que no entendía. A la mitad del camino, hartos por mis gritos habían detenido su curso, abierto la cajuela y me habían propinado una serie de golpes con lo que se sentían como varas de metal. Había sentido la sangre de mi espalda, mojar mi puta camiseta verde camuflaje.

Los golpes y heridas no me habían hecho ni una mierda. Solo sentí una irritación mayor a cualquier otra, al sentirme tan malditamente débil, que seguí gritando con todas mis fuerzas. Ellos habían vuelto a detener la camioneta, y me habían pegado con una pistola en la nuca tan fuerte, que me desmaye al instante.

En el segundo día, desperté en un cuarto de cuatro por cuatro, sin una sola maldita ventana y únicamente un pequeño foco alumbrando el lugar. Mi camiseta se había adherido a mis heridas, así que me la había quitado, lastimándome incluso más en el proceso. Ese día había tenido las fuerzas suficientes como para haberle propinado un puñetazo a dos de los guardias que me habían asignado. Inmediatamente, habían mandado a más y más guardias propinándome la paliza de mi vida. 10 hombres, armados con palos y rocas contra un hombre lastimado.

el marine [h.s.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora