Cuarenta y dos.

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                                                                                                                                                                                                                                                                                                          42




LEA'S POV.



Ambos nos mantuvimos en un silencio cómodo durante algunos minutos, disfrutando la compañía del otro. Con mis ojos cerrados, había recargado el lado derecho de mi cabeza sobre su pecho, dejando que mi oído escuchara el latir de su corazón. Mis manos descansaban a cada lado del cuerpo de él.

Harry por su lado, tenía una de sus grandes manos enterrada en mi cabello, cepillándomelo amorosamente, mientras que la otra, rodeaba posesivamente mi cintura. 

"Te extrañe muchísimo." Susurre contra su piel, dando un suave beso en su pecho.

Este era Harry.

No el hombre que me había mirado con indiferencia y frialdad. No la persona que había decidido no aparece en el cumpleaños de Noah, o que me había lastimado física y mentalmente deliberadamente. El hombre, que me sostenía en este momento era la persona a la que había llorado y extrañado por los últimos cinco años.

Habíamos tenido nuestros momentos buenos en el último par de meses, pero nada comparado a las últimas veinticuatro horas. Era como salir a la superficie, después de estar en agonía sin respirar.

"Aquí estoy." Sus labios se presionaron contra mi frente. Un tumulto de emociones revoloteó mi estómago de pura felicidad. "Dios, no quiero levantarme de esta cama jamás." Deje salir una pequeña risa.

"Lástima que tu estomago esta moviéndose debajo de mi cabeza." Dije en el preciso instante que su tipa hizo un sonido, en protesta ante la falta de comida. Me incorpore un poco, alzando la mirada hacia el juguetonamente. "Ya sea que estas embarazado, o mueres de hambre." Harry hizo una mueca de horror fingida.

"Dado el hecho que hemos cogido como conejos y no nos protegimos ni una sola vez, supongo que..." Su voz se fue apagando, al darse cuenta de sus propias palabras. Su expresión divertida, cambio a sorpresa. Un jadeo entrecortado salió de mis labios, ante el significado de sus palabras. Pase saliva pesadamente y fije mis ojos, en los suyos completamente abiertos. "¿Estas en la píldora?"

"No." Negué aun tensa. Oh Dios. La respiración de Harry se hizo irregular y entonces, la sonrisa más hermosa que pueda existir asomo entre su expresión casi aterrada, dando paso a una de emoción casi infantil.

"Quiero una niña." El aire que había estado conteniendo, salió en una risa nerviosa, casi atragantándome en el acto.

"Harry..."

"No, ni una palabra." Su mano abandono mi cabello, posicionándose suavemente sobre mis labios. "No me darás la misma reacción que la última vez." Sonrió travieso, seguramente recordando mi reacción ante mi embarazo de Noah. Sentí un inusual rubor subir a mis mejillas, al recordar el embarazoso recuerdo. Harry soltó una carcajada, encantado con mi reacción. "Esta vez estamos casados y no somos un par de críos."

"Harry-" Hable aun con sus dedos intentando acallarme, pero cambiando de táctica, fueron sus labios lo que se aplastaron contra los míos duramente, interrumpiéndome de nuevo. El beso fue breve.

"Ni una palabra, Lea. Tendremos una hija y esa es mi última palabra." Me apretó contra él.

“Pero si yo quiero otro niño.” Conseguí decir al fin, sintiendo un inmenso sentimiento al decir aquellas palabras. Un nuevo bebe. La idea me aterraba y extasiaba más de lo que pudiera explicar. Me sentía abrumada.

el marine [h.s.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora