Uno.

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LEA'S POV.

La sala estaba silenciosa. No se escuchaba nada, más que el tambaleo constante de mis tacones contra el suelo y el aterrizaje y despegue de aviones, cada poco tiempo. Dirigí mi mirada, hacia la pista de aterrizaje, visible por la pared de vidrio a mi costado izquierdo. Ahí aterrizaría su vuelo.

<<Respira.>>

Cerré los ojos brevemente y tome un gran bocado de aire.

<<Tranquilízate.>>

Desesperadamente, intente que mis latidos, y pulsación se regulara... aunque fuera un poco.

"Mamá..." Me sobresalte, al sentir las pequeñas manos de Noah, tocar mi brazo derecho, llamando mi atención. "Mamá, ¿estás bien?"

Voltee a verlo, sentado junto a mi, sus brillantes ojos verdes me veían con preocupación y estuve a punto de tener una crisis nerviosa. Esos ojos... Los vería por primera vez en cinco años.

"Estoy bien." Le murmure, sonriéndole tratando de convencernos a ambos, que estaba tranquila.

Pase las palmas de mis manos, terriblemente sudadas de nerviosismo por mi vestido violeta, por encima de mis piernas. Eche un vistazo rápido al vestido, arrepintiéndome momentáneamente de no haberme puesto el azul marino.

Fruncí el ceño.

El azul marino definitivamente hubiera sido más apropiado. Era notablemente más entallado al cuerpo, sin embargo, ahora me parecía mejor, mas formal.

Un vago recuerdo, de aquel vestido tirado en el departamento de Ethan, llego cínicamente a mi cabeza. Levante la mirada bruscamente, como si me los demás pudieran leer mi mente.

La sala de aterrizaje, del vuelo 62 estaba vacía. El señor, Owen Hoffman, el senador de estado, de los Estados Unidos, nos indico a Noah y a mi esperar aquí. Afuera de la sala, estaba todo listo para un comunicado de prensa. Al parecer, el que rescataran a un Marine, era algo mucho más grande de lo que se pudiera pensar.

Lo harian un héroe. Todo el país, vería el comunicado. Incluso Ethan...

Tangue saliva pesadamente.

No, hubiera sido un error usar el azul marino, definitivamente.

Baje la mirada, repasando mentalmente mis tacones negros, junto con el vestido violeta. Este se ajustaba a mi pecho, y después bajaba libremente, hasta unos centímetro arriba de mi rodilla. Unos cuantos adornos plateados, iban sobre la línea que soportaba mi pecho y nada más. Era realmente muy simple, pero me gustaba mucho.

Mire a Noah, al lado de mí. Vestía unos pantalones negros y un suéter rojo. Su cabello rubio como el mío, era un desastre de rulos muy parecidos al de su padre.

<<Su padre.>>

Tendría que acostumbrarme a eso. Noah también.

A sus cortos cinco años, sabia quien era su padre. Jamás se lo había ocultado. Pero el ver videos de Harry, o fotos de los dos juntos no le decía nada a Noah. Sabia que se encontraba realmente nervioso sobre el conocer a Harry.

Lo vi fruncir el ceño profundamente al bajar su mirada a sus pies que se movían inquietamente en el aire, ya que obviamente sus piernas no eran lo suficientemente largas para tocar el piso.

"¿Que pasa, amor?" Pase mi mano derecha, sobre la suya, que se aferraba fuertemente a la silla, sobre la que estaba sentado.

"Que.." Se quedo callado, pareciendo muy pensativo.

el marine [h.s.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora