el marine [h.s.]

Siete.

7

LEA'S POV.

Entre al familiar departamento. Las paredes pintadas de naranja contrastadas contra el brillo del atardecer, daba un toque hogareño, sin embargo aquel lugar jamás me había parecido menos atrayente. Sintiéndome extraña en aquel lugar, en el que había pasado más tiempo que en mi mismo hogar en el último par de años, permanecí parada en el lumbral de la puerta.

Ethan cerró la puerta detrás de nosotros y pasándome de largo, llegó junto al sillón blanco en la sala de televisión, recargándose contra este, aportando una posición tensa y mirándome cautelosamente.

Sus ojos me observaban desde el otro lado de la habitación, sus perfectas cejar arqueadas y su mandíbula tensa.

Sus grandes y delicadas manos, estaban cerradas en puños. Imagines de aquellas mismas manos tocándome en innumerables ocasiones, durante los últimos meses me hicieron sentir increíblemente sucia.

"¿y bien?" Pregunto después de algún tiempo de tenso silencio.

"Eres tú el que quería hablar conmigo." Respondí bruscamente. Ethan ladeo la cabeza y sonrió sarcásticamente.

"Creo que la que debería hablar eres tú." Espeto en el mismo tono de voz. "Tú eres la que me debe muchas explicaciones." Visiblemente tenso, rodeo el sillón y se sentó en él, sus ojos nunca despegándose de los míos.

"Yo-.." La palabra quedo volando en el aire, incapaz de terminar la oración inexistente.

"Tú," entrecerró sus ojos. "Tú, me has estado evitando estos últimos días, como si tuviera la peste."

Pase mi lengua por mi labio inferior, sintiendo mi boca seca. Me arrepentí de mi acción, en el momento que sus ojos revolotearon hacia mis labios y siguieron el movimiento de mi lengua lentamente.

"¿Qué se suponía que debía hacer?" Sisee a la defensiva.

"Hablarme." Apretó los dientes. "Un momento estamos teniendo un increíble momento en la cama y al siguiente no dejas de repetir 'Harry está vivo.' Y sales disparada de mi departamento."

"Harry está vivo." Repetí estúpidamente, sintiendo que esa afirmación era la respuesta a todo. "Lo siento." Mis ojos buscaron los ojos de aquel hombre que tanto me había ayudado y querido.

"No necesito tu lastima." De un solo movimiento se levantó del sillón y pasó una de sus manos, por su cabello.

"No te tengo lastima." Sacudí mi cabeza, sin percatarme que comenzaba a caminar hacia él.

"No necesito tu 'compasión' tampoco." Levanto la voz, y se alejó unos cuantos pasos de mí. Sentí una gran opresión en el pecho. Sin poder contenerme, me acerque a él y sus ojos se encontraron con los míos, una vez que llegue a él.

"Por favor, no hagas esto." Le rogué, tomando una de sus manos en las mías.

"¿Qué no haga que?" Bajo la voz, y su mano se curveo entre las mías.

"Esto." Desesperada, tome su otra mano, acercándome a él. "No me rechaces." Murmure sintiéndome ridículamente vulnerable.

Ethan apretó los labios y por un instante creí que volvería a mirarme con tristeza y se alejaría de mí, cuando tomándome desprevenida, sus brazos rodearon mi cuerpo.

Fue como volver a respirar de nuevo.

Abrí de sopetón los ojos, cuando aún abrazada a Ethan note porque me era tan necesario este abrazo. Me di cuenta del porque era tan importante que Ethan no me diera la espalda...