Cuarenta y uno.

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HARRY'S POV.

*****

Enero 3, 2014.

"María tenía un corderito.

Corderito, corderito.

María tenía un corderito.

Que vellón blanco tenia."

"لعنتی خفه شو گوشت خوک" 'Cierra la maldita boca, cerdo' Mi cuidador, estampo una bara de metal contra la reja de mi pequeña cueva. '

Con la poca fuerza que me quedaba, levante mi rostro para poder verle a los ojos. No era tan musculoso como los demás ni tan viejo y aunque la forma de hablarnos a Jake y a mí era hostil, sus ojos nos miraban cuidadosamente.

"دمار از روزگارمان درآورد" 'Vete a la mierda' Prácticamente le escupí y volví a dejar caer mi cabeza contra el frio piso. Un par de semanas, días u horas atrás, había decidido escupir literalmente a un guardia por millonésima vez y me habían privado del ridículo cojín, si es que siquiera se le pudiera llamar así, que me había ganado al no hacer ningún sonido cuando me habían electrocutado la última vez. Me habían quitado el cojín y lo que quedaba de una ligera manta. Había sido lo más que habían hecho por nosotros, en el frio insoportable que estaba haciendo. Seguramente era diciembre. Y no habían pensado dos veces, en quitarme lo poco que tenía para resguardarme del frio. Mi cuerpo se sentía entumecido. No sentía los dedos de los pies y no sabía cuántas veces habría cantado la estúpida canción del corderito, pero por alguna razón por la ultima hora y media quizás, no había dejado de cantarla.

"Styles, Brown." Ladro Zoraida. Levante mi cabeza una vez más, únicamente por el puro placer de mirarla con odio. Por aquella mujer me había propinado mi primer latigazo. Con el tiempo, había aprendido a no meterme con ella, por mucho que quisiera brincar y romperle el maldito cuello. Ella era una de los jefes de aquel escuadrón. No se iba por las ramas y no tenía un solo hueso en su puto cuerpo. Era de las pocas personas que se preocupaban por hablar en nuestro idioma. "Levántense, les he traído algo." Su mirada se posó en mí y en silencio se la regrese, sin moverme. A lado de mi celda, escuche los gruñidos de Jake en la suya, seguramente intentando sentarse. A pesar que no se metía en tantos problemas como yo, era notablemente más débil y cualquier cosa le afectaba al doble. "Apresúrate." Dijo duramente aun mirándome.

Por instinto de supervivencia, hice acopio de toda la fuerza que me quedaba y logre sentarme, recargando mi espalda contra la dura pared de roca. Abrí mucho los ojos, cuando observe bajar uno de los guardias de ella, con dos platos en cada mano. Había cuatro panes y un pedazo de salchicha. Detrás de él, bajo otro más con cuatro vasos de agua.

¿Era tan cruel, que comería enfrente de nosotros sabiendo que habían pasado días de la última vez que hubiéramos probado bocado?

Sin decir nada, hizo un par de señas a los hombres, indicándoles que entraran a nuestra celda. Atontado, observe a ambos entrar a la mía dejando enfrente de mí el plato, con dos vasos de agua.

Inmediatamente, levante la mirada a Zoraida, quien me miraba desafiante levantando una ceja.

"¿Por qué?" Exigí roncamente.

"Ah ahh ahhh." Negó con la cabeza, chasqueando su lengua. "La palabra es 'gracias' Styles."

"¿Planean envenenarnos?" Escuche hablar a Jake. Ella echo su cabeza hacia atrás y soltó la carcajada más fea que hubiese escuchado en mi puta vida.

el marine [h.s.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora