el marine [h.s.]

Cincuenta y nueve.

59

LEA'S POV.

Demasiado estupefacta como para hacer nada, me mantuve en silencio unos segundos escuchando a Ethan dejar sus llaves en la encimera y moverse por la cocina. No sabía que yo estaba aquí. Por alguna razón, Rachel no le había dicho.

Temblando como una hoja y demasiado asustada e incrédula como para pensar en qué demonios estaba pasando, metí mi celular a mi bolsillo en completo silencio y poco a poco me levante, manteniendo firmemente el dorso de una de mis manos contra mi boca, evitando que cualquier tipo de sonido saliera de mis labios.

Pensé rápidamente en alguna manera de poder salir ilesa del departamento, pero mis oportunidades eran nulas. No había ventana en el baño y la ventana de la habitación, era del séptimo piso. La única manera de salir era por la puerta de entrada, por lo tanto tenía que pasar junto a Ethan, por lo tanto estaba jodida.

Sabiendo que no tenía más que unos cuantos minutos antes de que me descubriera, me importo mierda toda. Olvidándome de mantener 'escondido todo' comencé a hojear las hojas del escritorio intentando no hacer demasiado ruido, pero dejando caer al suelo, los papeles que no me servían de nada. Había papeles de inmigración, y muchas copias de comprobantes de domicilio y nacionalidad.

Tan solo iba a la mitad de las hojas cuando escuche a Ethan acercarse a la habitación. Con cada pisada acercándose a mí, mis manos temblaban un poco más y entonces encontré algo.

Cedula de acta de nacimiento. Cambio de nombre.

¿Cambio de nombre? ¿Ethan quería cambiar su nombre a Harry? ¿Estaba consciente de lo increíblemente espantoso que eso era?

"¿Lea?" Cerré los ojos fuertemente unos minutos, con la espalda hacia él. Mi cuerpo cubría parcialmente el desastre que había hecho, pero eso ya no importaba ahora. Lentamente, comencé a dar vuelta hasta encararlo. Vestía unos pantalones negros pegados y una camiseta gris. Tenía barba de dos días y su cabello ondulado estaba un poco despeinado. "¿Q-que haces?" No dije nada. Ni siquiera me moví.

Abriendo mucho mis ojos observe a Ethan acercarse lentamente hacia mí. Observe de cerca el momento exacto en el que sus ojos se agrandaron con enfado y apretó ambos puños en cada lado.

"¿Qué demonios estás haciendo?" Rugió. Me sobresalte con su tono de voz fuerte y dando tropezones, me aleje del temerosa. Ethan ignoro mi presencia unos segundos, mientras desenfrenado se hinco en el suelo, recogiendo todos los papeles. Sus manos se movían rápidas y torpes a la vez. Su respiración se disparó. "¿Qué ha hecho?" Susurro atropelladamente tan bajo, que no supe si lo decía a sí mismo o a mí. "¿Qué has hecho?" Grito esta vez con todas sus fuerzas, aventando violentamente el bote de pastillas abiertas a mi dirección.

"¿Q-que es todo esto?" Tartamudee mientras pegaba mi espalda a la pared, intentando poner todo el espacio necesario entre los dos.

"¿Quién mierda crees que eres? ¿Quién te crees que eres para venir a revisar mis malditas cosas?" Siseo. Me estremecí. "¿Eres estúpida? ¿¡Eres estúpida!?" Estúpidas lágrimas de miedo se acumularon en mis ojos. Este no era el hombre que conocía.

"Y-yo.."

"Tú, lo has echado a perder todo." Agarro los papeles que había recogido minutos atrás y se acercó a mí con ellos y me los aventó a la cara. Literalmente, agarro los papeles y violentamente me los aventee.

Esto era el maldito colmo.

Enojada más allá de las palabras, quite mi espalda de la pared e intente caminar fuera de la habitación y del maldito departamento. Pero Ethan me impidió el paso. Incluso más enojado que yo, tomo mi brazo con muchísima fuerza y me obligo a retroceder, estampando mi espalda contra la pared. Un pequeño grito de dolor escapo mis labios, cuando la punzada de dolor subió toda mi espina dorsal y un dolor en el vientre me hice doblarme hacia adelante por el impacto.