NOTA: Llega el capítulo friki... xD
—¡Waaa! —se desperezó Misao sentada en un sofá del salón.
—¿Has dormido bien? —le dijo Sayo.
—Oíd —llamó Riku—. Tengo la impresión de que de no ser por los Ice Eyes, estas vacaciones habrían fracasado.
—¿Por qué lo dices? —preguntó Miyu.
—Miradnos, cuando no están ellos estamos aburridas, sin saber qué hacer.
—Empiezo a pensar que nos dejaron venir aquí a sabiendas de que no aguantaríamos mucho —comentó Kano.
—Eso da igual. Yo lo que quería era hacer un viaje con todas vosotras, juntas y solas.
—Pero es cierto que deberíamos estarles agradecidas. Por eso les hemos dejado la casa, ¿no?
—¿Por qué no salimos a dar una vuelta por la ciudad? —sugirió Alexia—. Aún ni siquiera la hemos visto, a excepción del centro comercial.
—¡De acuerdo!
Subieron a cambiarse de ropa y arreglarse para salir. Cogieron sus bolsos y mochilas y metieron todo lo necesario para cada una en ellos. Y hecho esto se pusieron en marcha.
Fueron paseando y charlando hasta llegar a la urbanización y tiendas a la vista.
—¡Waa! —exclamó Misao mirando un escaparate—. Alex, mira, mira...
La aludida se acercó, curiosa, y se quedó pegada al cristal.
—Parecemos psicópatas mirando el escaparate de esta forma —comentó Misao sin despegarse.
—Sí que lo parecéis —respondieron el resto del grupo que se acercaba para ver qué tanto les llamaba la atención.
—No me importa —dijo Alexia con los ojos como platos—. ¿Pasamos, Misi?
—¡Guay!
—En ese caso nosotras nos vamos. Luego no hay quien os saque, a no ser que os echen. Que seguramente será el caso.
—La culpa es vuestra —se defendió Alexia—. Me habéis quitado todos mis vicios, mis hobbies... Solo me dejasteis el dibujo...
—Nosotras iremos a ver tiendas. Quedamos aquí en una hora.
—No vamos a tardar tanto, exageradas.
—Nadie lo ha dicho. Solo es un lugar más para quedar.
Y así lo acordaron. Miraron el reloj y se aseguraron de la hora de quedada. Al separarse, Alexia y Misao respiraron hondo y abrieron la puerta para pasar.
—Hogar, dulce hogar —dijo Alexia en tono melodramático.
—¡Hey, mira! Hay novedades.
—Bienvenidas a la tienda —saludó el dependiente.
Las chicas se quedaron súbitamente en silencio, escudriñando su mirada sobre él.
—¡Asaba! —gritaron al reconocerle, provocando que casi se cayeran de la sorpresa.
—¿Um? —les prestó más atención—. ¿Chicas? Ahí va, ¡qué sorpresa!
—Ya te digo.
—¡Bueno! Eso significa que no nos vas a echar, ¿verdad?
—¡Claro que no! Mirad todo lo que queráis. Como has dicho antes... bienvenidas a casa.
Dicho esto, salieron despedidas a mirarlo todo.
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Vacaciones de verano
Teen FictionEl último curso se acaba y es hora de despedirse a lo grande de todo aquello que conoces: instituto, profesores... amigas. Por ello, seis chicas deciden hacer el viaje de sus vidas y pasar el verano juntas para crear recuerdos que poder atesorar en...