Ya de camino...
—¿A qué se ha debido tu cambio? —le preguntó Alex en voz baja a Misao.
—A esto —respondió mostrándola simplemente una hoja de papel.
—Ya veo, ¡jajaja!
—¿De qué habláis por ahí detrás? —dijo Kano
—De naaada —respondieron a la vez, poniendo una carita angelical.
—Ya llegamos —anunció la voz de Aoshi.
Frenaron el coche y se aproximaron a llamar a la casa para que sus habitantes salieran a ayudar.
—Disculpad que no os ayudemos, pero tenemos que irnos ya.
—¡Jooo! —se quejó Miyu.
—Hasta cuando queráis —dijo Sayo desde la puerta.
—Este finde puede que salgamos —dijo Kai desde su moto—. Si eso ya os llamaremos.
—¡Vale! —respondieron emocionadas al unísono.
Los chicos las dejaron allí, cargando las bolsas cuando se fueron y emprendieron camino hacia su casa. Cuando llegaron a la puerta delantera se encontraron con una inesperada visita que les esperaba fuera.
—Kira, apártate un momento de la puerta —indicó Aoshi desde su coche. Ella obedeció y el deportivo avanzó hasta un panel para abrir la puerta y poder entrar con los vehículos. Cuando la puerta externa se abrió totalmente dejando un gran espacio, los coches se metieron por él y desaparecieron. Kira hizo lo mismo antes de que las grandes puertas enrejadas volvieran a cerrarse. Esperó en la puerta principal, sentada sobre unas escaleras, hasta que sus anfitriones regresaron de guardar sus automóviles—. ¿A qué se debe tu visita?
—¡Tengo una pregunta que hacerle a Kai! —exclamó señalándole con un dedo—. ¿Esa novia nueva tuya no será una rubia que estaba con aquella chica del supermercado?
Los hermanos se intercambiaron una mirada.
—Rubia es —respondió simplemente.
—¡No puede ser! —gritó frustrada—. Es demasiado mona... además, ¿no es muy bajita para ti?
—¿Bajita? —murmuró Aoshi—. ¡No! Te estás confundiendo... ¡Misao no es su novia!
—¿Ah, no? —se le iluminó la cara ante aquella revelación—. Hey, ¿y tú por qué reaccionas así?
—¿Eh? Así... ¿cómo? —soltó nerviosamente.
—En todo caso a ti no te importa con quien salga o deje de salir. Y otra cosa —añadió Kai—. ¿Cómo sabes que tiene algo que ver con Alexia?
—¿Alexia? ¡Ah! Supongo que así se llama aquella chica... Bueno, es igual. El caso es que el asunto me interesó y la seguí para averiguar quién era ésa que sale contigo.
—Pues estaba con ella. Si viste a Misao tuviste que ver a Miyu —dijo Aoshi.
—¿Miyu? ¿Y decís que es rubia? Hmm... —meditó un rato—. ¡Ah! ¿Tenía el pelo recogido? ¡Pero si no puede superarme! Yo soy mucho más guapa y tengo el pelo mucho más largo y cuidado.
—¡Ay! —suspiró Kai—. ¿Y a mí qué? De todas formas, por mucho que digas puede que no te supere, pero es porque sois iguales.
—¿Qué? ¿Me estás comparando con ésa? —Sus dientes empezaban a rechinar.
—Ahora que lo mencionas... —intervino Aoshi—. Se parecen un poco, pero no es para tanto.
—¿Tú también?
—Kira, no la conoces, así que no puedes opinar.
—Pero es mi rival. Ya de por sí debo oponerme a todo lo que tenga que ver con ella.
—No voy a volver contigo, así que no te molestes —pronunció Kai aproximándose a la puerta y dando por zanjado el asunto.
—Eso dices ahora, ¡pero no voy a rendirme, ya verás! —Y dicho esto se despidió y se fue mientras planeaba algo en su mente.
—Miedo me da esta chica, ¿lo sabías? —le dijo Aoshi mientras él marcaba la clave en el panel—. Por cierto, tú y yo tenemos que hablar.
—¿Sobre qué? —dijo Kai tras haber llegado al salón y tumbarse en un sofá.
—Lo cierto es que estoy tan sorprendido como Kira con respecto a tu noviazgo y supongo que no seré el único. Asaba y Kazuma estaban igual.
Kai no decía nada y tenía la mirada perdida mirando hacia el techo, por lo que Aoshi prosiguió:
—Siempre has dicho que no querías ni necesitabas a nadie. Tu compromiso con Kira fue concertado por el abuelo y cuando éste quedó anulado cortaste gustosamente con ella. Entonces... ¿por qué has cambiado de opinión? Porque supongo que tomaste la iniciativa.
—No es asunto tuyo.
—Me empiezas a preocupar... En serio, empiezo a pensar que te gusta ese tipo de chicas.
—Bueno —le cortó—, ¿y tú qué? ¿Cómo permitiste que modificaran tan radicalmente tu canción? Su verdadero significado ni se le acerca.
—Lo sé... pero de esa forma no queda tan mal.
—¿Y eso qué? Nuestras canciones deben expresar lo que sentimos. El título de Ice Blue Eyes tiene un significado totalmente diferente al que esas dos han puesto. Tú compusiste la canción, pero también me incumbe, porque se la dedicaste a "ella".
—Tienes razón... hablaré con Misao.
—¿Y Alexia?
—Su versión era totalmente diferente a como la retocó Misao, pero la mejora acabó gustándome más y así se quedó.
—¿Te gustó la letra o el hecho de quien la escribió? —preguntó con un tono inquisitivo y delatador.
Aoshi le dirigió una gélida mirada.
—Tú me has evitado mi pregunta, me tomaré la molestia de hacer lo mismo.
Y así fue como dieron por zanjada su conversación. Cada uno se fue por su lado a sus respectivos dormitorios.
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Vacaciones de verano
Novela JuvenilEl último curso se acaba y es hora de despedirse a lo grande de todo aquello que conoces: instituto, profesores... amigas. Por ello, seis chicas deciden hacer el viaje de sus vidas y pasar el verano juntas para crear recuerdos que poder atesorar en...