Capítulo 3.4

18 3 4
                                    

          

Misao les dirigió una mirada y afirmó con la cabeza indicando que la hicieran caso y confiaran en ella. Así lo hicieron y se dirigieron a las escaleras.

—Lo siento —pronunció Kai a media voz, lo suficiente para que la destinataria lo escuchara, antes de marcharse junto a Miyu.

Al dejar sola a Misao, abrió la puerta sin problemas y se encontró a Alexia de rodillas en la cama mirándola con expresión de sorpresa y confusión.

—¡Jajaja! Buena actuación —dijo Misao lanzándose a la cama junto a su amiga—. Muchas gracias.

—¿Por... por qué ha dicho eso Kai?

—Creía que te habías enfadado por su culpa al igual que supuestamente yo... —explicó—. Parece que los hermanos tienen un cierto encanto, ¿no te parece? —preguntó Misao pícaramente.

—Parece... —reconoció.

—¡¡Eeehhh!! ¡Te gusta, te gusta! —canturreó Misao.

—No es cierto —se defendió Alexia sonrojada.

—No me digas que te reprimes por Miyu —comentó sin convicción.

—Por supuesto que no. Si estuviera tan colgada como dices, lucharía por él. Pero no es así y paso de perder a una amiga por un chico.

—Solo los conocemos de hace dos días. Es sólo cuestión de tiempo que vuestros sentimientos evolucionen.

—Tu caso con Aoshi es igual.

—Pero yo no niego lo que siento. Fue un auténtico flechazo.

—Felicidades —dijo sarcásticamente.

—Creo que ya es hora de bajar.

—¿Y cómo he de actuar, Maestra?

—Improvisa. Yo te seguiré la corriente.

Alexia le dirigió una mirada colérica y la siguió escaleras abajo. Al percatarse, todos la miraron expectantes.

—¿Qué? —preguntó en un tono irritante que le salió sin querer.

—¿Por qué te has puesto así? —preguntó Sayo.

—Estoy harta de que no me tomen en cuenta —dijo muy convincente—, y de que tenga que hacer sólo lo que los demás quieren olvidándose por completo de mí.

—Ju, Alex, ¡no digas eso! Yo te quiero mucho. No pienses mal de mí —dijo Misao poniendo una de sus caritas.

Alexia la miró brevemente con el ceño fruncido, con no muy buena cara.

—¿Te crees que con esa carita de niña buena lo arreglas todo? Yo sí que soy buena que al final acabo perdonándoos todo. 

—Sí, pero bien que luego lo echas en cara —intervino Sayo.

—Seré compasiva, pero no idiota.

Finalmente, el ambiente se relajó y calmó un tanto.

—Oye Alexia —le dijo Kai aparte—, siento haberte medio obligado a escribir la letra... Encima de todo lo que habéis hecho por nosotros...

—No te preocupes por eso —dijo sinceramente sonriendo y dirigiendo la vista hacia Misao que conversaba animada con Aoshi—. No tenía gran cosa que hacer.

—Pero... ¿entonces por qué...?

—Ah, bueno, esto... —titubeó ella—. El problema no era la letra sino el inconveniente de cantarla... No me gusta hacerlo en "público".

Vacaciones de veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora