—Ya me preguntaba yo dónde estaría Asaba —murmuró Kano.
—A él le encantan estas cosas —dijo Aoshi.
—Sí... demasiado —reconoció Kazuma.
—¿Nunca es serio? —preguntó divertida Sayo mientras le observaba.
—Sí que lo es... algunas veces.
—¡Dentro de poco dará comienzo el concurso!
Los participantes se acercaron a la mesa donde estaban sus amigos. Asaba cogió una silla y se sentó junto a Kano.
—¿Cómo estáis?
—Sorprendidas —respondió Kano por todas.
—Oye... quería hablar contigo sobre...
—La pausa ha cesado. Comencemos pues con el primer participante: ¡Asaba! —interrumpió el presentador.
—Bueno, cuando acabe ya hablaremos. Esta te la dedico.
Kano se ruborizó lentamente.
Cuando subió a la plataforma, empezó a comportarse alocadamente provocando risas y alguna que otra vergüenza ajena.
—Ejem... —carraspeó Aoshi, intentando ignorarle—. ¿Queréis tomar algo?
—Gracias, Asaba —decía el presentador mientras intentaba despegarle el micrófono de la mano.
El público aplaudió entre risas.
—El próximo concursante nos mostrará sus técnicas de parapara, todo un experto en este género. Él es... ¡Sanosuke!
Un chico con el pelo de punta marrón, un pañuelo rojo atado en la frente, vistiendo por completo de blanco, apareció ante el público. Sayo, en cuanto lo vio, se puso más nerviosa que nunca.
La música empezó a sonar y él empezó a moverse con elegancia, siguiendo muy bien el ritmo.
—No sabía que Sanosuke estaría en la ciudad —comentó Aoshi en voz alta—. Tu gran rival ha vuelto, hermanito, ¿qué piensas hacer?
—Derrotarle —dijo entre dientes.
—En tal caso te dejo el escenario todo para ti —se acobardó Miyu.
—Esto... ¿de qué os conocéis? —preguntó Sayo llena de curiosidad.
—Como ves, es un gran bailarín —explicó Aoshi—. Y la única persona que ha vencido a Kai en algo.
—Ohh... El señorito perfecto herido en su orgullo —se burló Alexia.
Este le dirigió una mirada amenazadora y ella se la devolvió. Volvían a echar chispas.
—Pero no entiendo por qué te afecta tanto —dijo Asaba—. El parapara ni siquiera es uno de tus hobbies.
—Que lo venzan en algo ya es suficiente como para que le moleste, ¿eh? —dijo Alexia apartando la cara y finalizando la batalla.
—Pero no es solo por eso —intervino Aoshi—. Se conocen desde pequeños y siempre han tenido las mismas calificaciones en todos los ámbitos.
—Menos en la música —apuntó Kai a la defensiva.
Una oleada de aplausos les interrumpió, pues Sanosuke acababa de finalizar su actuación, y a todos les impresionó mucho.
—Las próximas en actuar serán una pareja de chicas nuevas en la ciudad, porque nunca antes había oído sus nombres: ¡Misao y Alexia!
Las aludidas se atragantaron con sus bebidas al escuchar sus propios nombres.
—¿Ya nos toca?
—Sois unas privilegiadas —dijo Asaba—. Os puse tan arriba como pude.
Ambas le dirigieron una mirada amenazadora.
—Está bien... vamos allá.
Al subir al escenario, recibieron un aplauso de bienvenida y, cuando la música escogida empezó a sonar, ambas empezaron a cantar en dúo:
«Alexia: ¿Sabes algo? Haga lo que haga, no importa dónde esté.
Misao: Siempre acaba solamente pensando en él.
Alexia: Veinticuatro horas tiene el día, no me puedo concentrar.
Misao: Y las lleno enteras pensando dónde estará.
Alexia: Es momento de ponerse a trabajar, pero en mi cabeza solo en él puedo pensar.
Misao: Yo que trabajo duro, duro, duro para llegar hasta aquí, ahora ese tío me conquista sin sufrir.
Ambas: Haga lo que haga en él estoy pensando, sigo teniendo dudas no puedo aceptarlo.
Alexia: No sé en qué puede estar pensando él.
Ambas: Nada puedo hacer salvo sentir que quien se ha quedado ya dentro de mí.
Alexia: Sin darle vueltas te puedo decir.
Ambas: Que es él, es él, es él, es él, es él, es él.
Música.
Alexia: Intentaré solo una vez sacarle de mi corazón. Miro al mar y espero que borre mi obsesión.
Misao: Un día como hoy valdría un poco de tiempo en paz.
Alexia: Para decidir qué debo hacer al final.
Misao: Embobada veo las olas ir y venir, cuando de entre ellas de pronto le veo salir.
Alexia: Como si supiera que yo iba a estar aquí. No es un sueño realmente él viene hacia mí.
Ambas: Sale, sale ya, no puedo huir. Nada a mi alrededor ahora puedo sentir.
Misao: No escapará una oportunidad así.
Ambas: De pronto echa a correr, no sé a dónde ir, tanto darle vueltas ya me decidí.
Misao: Yo también corro detrás de él.
Ambas: Haga lo que haga en él estoy pensando, aunque al mismo tiempo pueda estar dudando.
Alexia: No sé en qué puede estar pensando él.
Ambas: Nada puedo hacer salvo sentir que quien se ha quedado ya dentro de mí.
Alexia: Sin darle vueltas te puedo decir...
Ambas: Que es él, es él, es él, es él, es él.»
(NOTA: Como decía antes, la canción es Aitsu, o conocida en español como Ese chico. Es la versión que hicieron las Charm de la canción de Super Gals!).
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Vacaciones de verano
Novela JuvenilEl último curso se acaba y es hora de despedirse a lo grande de todo aquello que conoces: instituto, profesores... amigas. Por ello, seis chicas deciden hacer el viaje de sus vidas y pasar el verano juntas para crear recuerdos que poder atesorar en...