Capítulo 7.4

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—Bueno, ya tenemos los ansiados resultados —anunció el presentador por el micrófono—. La verdad es que ha estado muy reñido...

—Ya verás cómo gano, Kai.

Este le miró y esbozó una media sonrisa.

—No me extrañaría si lo hicieras.

Alexia sonrió y Sanosuke se sorprendió tanto que incluso su boca le llegaba sobre la mesa.

—Creo que no te he oído bien.

—¡Agh! Cállate ya —dijo Alexia.

—Y finalmente... el ganador es... —dijo creando tensión—. Bueno, ganadoras en este caso... ¡La pareja de chicas que cantó «Aitsu»!

Costó unos pocos segundos en reaccionar, pero, cuando Alexia y Misao se dieron cuenta de que se estaban refiriendo a ellas, empezaron a gritar histéricas. Tan histéricas que se levantaron, se abrazaron y empezaron a dar botes.

—Por favor, subid aquí a recibir vuestro premio.

—¿Premio? —dijeron ambas y subieron velozmente a la plataforma.

—Sentimos ser tan cutres —dijo entregándolas una placa.

—¡No! Es toda una sorpresa. Muchas gracias.

—Para despedir el concurso... ¿qué tal si nos cantáis de nuevo?

—¡Vale! Esta vez con Sobakasu.

La música empezó a sonar tan eléctrica como de costumbre.

«Misao: Me he maquillado todas estas pecas que tanto odié, y dime para qué. La vida sigue y yo me muevo, y por ellas tú no me ves crecer.

Alexia: Tan fuerte era el amor que tenía y, sin embargo, disuelto está, ya ves.

Misao: Ahora se ha encogido, pero al crecer vuelve otra vez.

Alexia: Si de él me pudiera escapar, ¿tal vez no lo echaría a faltar? Estaría contento mi corazón...

Ambas: Mis recuerdos son bellos y los llevo en mi mente, pero de ellos no me puedo mantener. No logro entender qué es todo lo que hay aquí dentro.

Alexia: Y ahora me preguntaré: ¿qué siente realmente él? ¡Yo apenas ya lo puedo ver!

Música.

Misao: Aunque me caiga, o aunque me rompa, fuerte soy. Pronto me curaré.

Alexia: Siempre lo he hecho y no me hace falta estar cerca de él otra vez. Era feliz y vivía tranquila, pero de pronto me enamoré. Ambigüedad no quiero. Yo antes, estaba bien.

Misao: Y cuando empieza a bromear es como si fuera a estallar. No me hace gracia verle reír...

Ambas: Volveré a contar por si me dejo alguna peca.

Misao: De esas que él piensa que por ser niña voy a tener.

Alexia: Abro el corazón, pero el dolor sigue muy dentro.

Misao: Y aunque todos se rían de mí, por sufrir por un amor así, yo trataré de ser feliz.

Ambas: Mis recuerdos son bellos y los llevo en mi mente, pero de ellos no me puedo mantener. No logro entender qué es todo lo que hay aquí dentro.

Alexia: Y ahora me preguntaré: ¿por qué no me olvido de él? ¡Lágrimas, no me dejáis ver!

Misao: No lo puedo olvidar, ¿por qué?

Ambas: Ohhhh... Lalalala... No lo puedo olvidar.»

(NOTA: De nuevo, la canción es SobakasuPecas»), esta vez de Rurouni Kenshin, versionada también por las Charm).

Y, con el cierre de la canción, acompañado de eufóricos aplausos, dio por finalizado el concurso.

—¡Felicidades!

—¡Ha sido genial!

—¿Os habéis fijado en que incluso ya ha anochecido? —comentó Aoshi.

—Oh, qué lástima... Bueno, es hora de despedirnos entonces —dijeron resignadas.

—¡Sayo! —Le llamó Sanosuke—. Recuerda lo que te dije antes, ¿vale?

Salieron del local muy felices y se dirigieron a coger el autobús.

—¿Qué te ha dicho? —preguntó Riku llena de curiosidad.

—Pues... me ha dado su número y me ha dicho que le llame algún día para salir.

—¿Formalmente? —añadió Alexia al ver el doble sentido.

—Pues... sí —respondió francamente provocando el silencio de todas.

—¡Eso es genial! Al final lo has conseguido; has ligado.

—Yo he avanzado con Asaba. Hemos estado hablando toda la tarde y hemos encontrado muchas cosas en común. ¡Y también me ha dado su móvil!

—¡Eso está muy bien! ¿Y tú, Misao?

—Cada vez que le veo me gusta más —confesó sonrojada.

—¿Y cuándo te vas a declarar?

—Tiempo al tiempo. Además, aún tengo que averiguar quién es esa mujer de ojos azules a la que Aoshi le dedicó su canción —miró maliciosamente a Alexia—. Y tú me ayudarás a hacerlo.

—Ya estamos...

Cuando el autobús llegó, las seis se subieron a él guardando en su memoria ese día tan inolvidable.

Pero, por la mente de Miyu, apareció una sensación inquietante...

Vacaciones de veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora