Capítulo dieciséis.

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El zarpazo que Cedric le dio a mi cuerpo bastó para lanzarme al otro lado de la habitación, lejos de su pequeña y mis colmillos.

Golpeé la pared con fuerza, rompiéndola en miles de pedazos y golpeando otra pared, perteneciente al pasillo. Siseé hacia Cedric y le enseñé los colmillos de forma amenazadora antes de ver por el rabillo del ojo a una pareja de adultos, los cuales me miraron curiosos.

— ¿Quiénes son ustedes?—Gruñí, Colm corrió hacia mí y me tomó en brazos, mis colmillos se replegaron al instante y el hambre atroz desapareció por completo. — ¿Qué estás haciendo?—Lo miré con incredulidad, sintiendo un extraño hormigueo en el vientre y, extrañamente, en la marca casi inexistente de Abraham.

—Yo... —Me soltó y se alejó, mirando rápidamente a Luther. —Te lo explicaré después, lo prometo, pero ahora... —Miró a la pareja frente a nosotros y abrió los ojos con asombro. — ¿Mamá? ¿Papá? ¿Qué hacen aquí?

—Nuestra nieta acaba de nacer.

— ¿Qué esperabas que hiciéramos si no era venir?

—Hola, madre. —Musitó Cedric con una amplia sonrisa mientras cargaba a Chelzea entre sus enormes brazos.

Al verla mi instinto vampírico salió a la luz, sacando mis dientes, volviendo mis ojos rojos escarlata, como los de Colm, y haciendo que el hambre me desgarrara las entrañas

—No, Hope. —Musitó Colm en mi oído y tomó mi mano con firmeza. —Contrólalo.

—Es que no soy yo. —Susurré con los colmillos apretados. —No... puedo... controlarlo.

—Creo tener una idea de lo que te está sucediendo. —Susurró en mi oído y nos apartó de los demás, quienes se encontraban en la habitación de Cedric y Aurora. — ¿Tus tías te tocaron?

—No, pero creo que dejé mi sangre en el bosque. —Mordí mi labio inferior, pinchándolo con mis colmillos.

—Debemos ir con Spencer. —Asentí y él nos guio fuera de la cabaña. —Pero no ahora.

— ¿Y qué haremos en la cabaña?

—Hablar.

Volví a asentir y ambos subimos a su habitación, una vez dentro él me acorraló contra la pared, escondiendo su cabeza en mi clavícula y aspirando el olor de mi sangre.

— ¿Co-Colm? ¿Qué estás haciendo?

—Luther no es tu Mate.

— ¿Qué?—Lo aparté.

—Él no lo es, solo lo inventó a petición de Cedric, quieren tenerte controlada, ¿y quién mejor sino que el hermano sumiso del Alpha?—Gruñó, la furia comenzó a invadirme. —Spencer también está involucrado, ¿sabes? Él te ha hechizado, cada vez que estés lejos de la manada él te hará pasar un hambre atroz solo para que vuelvas.

— ¿Y tú qué mentira me has dicho?—Espeté sintiéndome traicionada, y decepcionada.

—Ninguna. —Me miró a los ojos, sus ojos verdes moteados de rojo relucieron, fruncí el ceño, ¿los colores no deberían ser al revés?—Siempre he sido sincero contigo, Hope, lo juro.

— ¿Cómo sé que me dices la verdad?

—Porque no puedo mentirte, ya no. —Sonrió con culpabilidad y apartó la mirada. —Tú y yo... solo se puede tener tres compañeros de vida, yo ya tuve a dos y tú solo uno...

— ¿Qué estás tratando de decirme?

—Me falta una sola compañera, una licántropo.

—Espera, no te entiendo.

Cazadora: Licántropos y VampirosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora