— ¿Qué te parece River? Es un nombre unisex, útil para niño como para niña.
— ¿Qué te parece si cierras la boca y caminas más rápido? Esta es la última manada y luego serás libre.
—Asedora, necesito un nombre, el bebé vendrá en seis semanas, o menos, y aún no tengo nada, ¡ni siquiera al padre!—Sentí una patada ante la mención de su padre, sonreí y me llevé una mano a la parte golpeada. —Creo que alguien está ansioso por conocerlo.
— ¡Cazadora!—Se escuchó un grito, ocasionando que oculte mi embarazo de inmediato con el hechizo que Asedora me dio cuando fue imposible luchar con semejante bulto. Desenvainé a Híbrida.
— ¿Lista?
— ¿Acaso lo dudas?—Le dediqué una mirada burlona y corrí a la manada, cargándome a tres lobos y un vampiro en el camino. —Joder, es mixta.
Eso lo hacía mucho más difícil, ya que no solo me enfrentaba a una raza, sino que eran dos, cosa que volvía a la manada y clan de gran poder, y claro que Asedora lo necesitaba si quería completar su estúpido plan.
Giré sobre mi eje, dejando que Híbrida hiciera su trabajo con libertad, por lo que pronto estuve bañada en sangre, oscura y espesa. El bebé pateó de manera imperceptible y me produjo una arcada, gruñí y corté dos cabezas con un movimiento.
Observé al Jefe del clan de la manada correr hacia mí, por lo que tomé uno de sus brazos y, dándome impulso con su cuerpo, di una voltereta hacia atrás, a mitad de esta golpeé el pecho del Jefe con ambas piernas, al tiempo que describía un arco con Híbrida sobre su antebrazo, amputándoselo.
Caí con un golpe uniforme sobre la tierra y el brazo cayó al lado de mis tobillos, me levanté y atravesé el corazón del jefe, enterrando la espada hasta la empuñadura mientras que el filo de la espada sobresalió a su espalda.
Todo quedó en silencio.
Saqué el filo del cuerpo inerte del vampiro y me giré, quedando cara a cara con el Alpha de la manada, quien no solo se me hacía familiar, sino que al verme abrió los ojos como platos y replegó los colmillos caninos.
—Hope. —Musitó, mirándome esperanzado, alcé ambas cejas al escucharlo pronunciar mi nombre con tanta... familiaridad. —Oh, mi Hope.
Se acercó con rapidez a mí, alarmándome, lo que me llevó a cortarle la yugular con un movimiento rápido y fluido. Él no tardó en caer de rodillas frente a mí, esparciendo su sangre en mi dirección, y me tomó débilmente de la mano al tiempo que sonreía. Era alguien realmente extraño, porque, ¿quién mierda sonríe mientras tiene la yugular recién cortada?
—Ha sido un honor conocerte, y es un honor mayor perecer en tus brazos, así sea por el filo de tu espada. —Habló con dificultad, lo miré con curiosidad. —No hay muerte que se lamente, así como no hay asesino sin remordimiento. Recuerda estas palabras, hija.
Me alejé de golpe de él, observando cómo sus ojos grises iban perdiendo poco a poco el brillo de la vida. Había presenciado muchas veces la pérdida de ella, nunca había sentido un nudo en el estómago como el que tengo ahora, pero algo en el Alpha me hacía querer remediar mis actos o echarme a llorar en su pecho. No entendía el sentimiento de tristeza que me invadía, hasta que recordé la última palabra que había pronunciado
Hija.
Caí ante el cuerpo de rodillas mientras cubría mis orejas con ambas manos, la palabra se repetía una y otra vez en mi cabeza como un eco, atormentándome. Pronto llegó un torbellino de imágenes y diálogos sin pies ni cabeza. No entendía nada. Hasta que lo hice.
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Cazadora: Licántropos y Vampiros
WerewolfHope Green es una cazadora, la Cazadora, temida por muchos y querida por pocos. Ella ha sido entrenada desde que es una niña por tres despreciables brujas, quienes la han instruido en el arte de cazar, mutilar y matar. Debido a un pequeño desliz la...