Cazadora: Licántropos y Vampiros

Capítulo veinticuatro.

Hope's POV

Tyron me tomó en brazos, sacándome de la cama, y me llevó con delicadeza hasta mi habitación, donde me dejó en la cama con cuidado.

—Gracias. —Susurré, él acarició mi cabello y luego depositó un beso en mi frente.

—Descansa, mañana iremos a cazar por la mañana, deberás estar lista antes de las 5.

—Okey. —Le di la espalda, adolorida, y cerré los ojos, cayendo dormida en pocos segundos.

(...)

Me di una ducha y me vestí en tiempo récord, tomé a Híbrida, una espada capaz de asesinar por igual a licántropos y vampiros, y corrí escaleras arriba hasta salir de la trampilla, encontrándome con los rostros inexpresivos de los Rastreadores y el furioso de Arwood.

—Dos horas tarde.

—Lo siento, yo... —Fui interrumpida cuando un rayo de magia negra me golpeó directo al estómago, lanzándome lejos. Gemí y me abracé a mí misma, al tiempo que mi cuerpo se sacudía con espasmos dolorosos.

—Eso te enseñará a ser puntual. —Gruñó y salió por la puerta giratoria del motel.

Hice un pequeño ruido de dolor y Milo me ayudó a levantar, claro que mis piernas no soportaron mi peso y él tuvo que tomarme en brazos.

—Se enfadará contigo si me ayudas.

—Eres mi jodida hermana, no voy a dejarte tirada por sus caprichos.

—Te quiero demasiado en estos momentos.

—Lo sé. —Besó mi frente y juntos salimos por la puerta giratoria.

—Andando, hay muchas criaturas y Cazadores por cazar. —Masculló Arwood, asentimos.

En un parpadeo nos encontramos en un bosque que hizo que mi corazón latiera desbocado, pero no entendí por qué. Conozco este bosque, estoy segura, pero no recuerdo de dónde. Desenvainé a Híbrida y la hice girar en mi muñeca mientras escrutaba todo a mi alrededor, con los sentidos en alerta máxima.

Escuché un correteo a mi izquierda por lo que lancé un tajo rápido, cortando perfectamente las puntas de un par de dedos, ocasionando que el dueño de dicha extremidad grite de dolor. Miré al hombre con ojos inexpresivos y lo recorrí con la mirada, sintiendo un tirón en la vena del cuello derecha, era un vampiro.

— ¿Quién más te acompaña?—Pregunté con el rostro inexpresivo mientras le ponía la punta de mi espada en la garganta. No pronunció palabra alguna. —Habla o muere.

—De todas formas voy a morir, ¿no?

—Buen punto. —Dije e hice girar mi muñeca con la espada sobre mi cabeza, necesitaba un buen impulso para cortar su cabeza de un tajo limpio.

Sentí una presencia detrás mía, por lo que me giré con rapidez y degollé a la criatura detrás de mí, con otra vuelta por mi parte corté parte de la cabeza del vampiro, acabando con ambas criaturas en menos de diez segundos.

—Despreciable. —Mascullé mientras limpiaba a Híbrida con mi ropa.

— ¡Hope!—Miré a Arwood con algo de temor. — ¡Captura alguno vivo!

— ¡De acuerdo!—Grité y me giré, a tiempo de ser golpeada con brutalidad por el tronco de un árbol, lo cual logró que fuera lanzada por los aires. —Ca...rajo. —Gemí entre resuellos e intenté levantarme.

—Despreciable. —Me imitó una mujer con los ojos brillantes, sentí un tirón en la vena de la izquierda y maldije, licántropo. —Será mejor que reces, Cazadora, porque estás a punto de pasar al otro lado.