Nervios

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Se inmutaba una y otra vez sobre tal cojín bajo sus glúteos, ese mueble aparentaba ser una buena definición de la comodidad pero... ¿Cómo podría ella dejar de moverse si él no paraba de mirarle? Le sonreía una y otra vez, comenzaba a comprender que él lo hacía cada vez que sus mejillas se calentaban y, seguramente, enrojecían.

En el gran comedor con un grandioso mesón de batallón, esperaban hambrientos su desayuno, Michael junto a sus bailarines y Frank. Le ofreció a Jonh quedarse pero como su mánager profesó, debía atender un asunto beneficiario para su bolsillo. Tras una alargada esperaba, por fin llegaron unas seis muchachas con delantal y unos pequeños carros para transportar los platos.

Y de nuevo estaba Daniels, allí, sirviéndole al hombre que le ponía los pelos de punta.

—¿Cariño, podrías traerme un sándwich de salmón, por favor?

—Pero, señor... M-Mi mamá no h-ha llenado la despensa aún —su piel morena comenzaba a erizarse.

Michael arrugó el ceño.

—¿Por qué no?

—Bueno... E-Ella dijo que hoy...

—Daniels —Alejandra decidió echarle una mano.

La pequeña volteo a mirar a aquellos ojos azules que bendecía en ese momento, luego volvió a Michael y él asintió para que fuera con Alejandra. Él sabía que ella debía intervenir en algún momento, sonrió.

—¿Sí, señorita?

—¿Crees que puedas servirme algo de café? Es que... No me gusta mucho el jugo de naranja —mintió.

—Seguro, ya vuelvo.

Se posicionaba a tres asientos antes del de Michael, le miró y él mordiendo su labio inferior entre una sonrisa cuando no obstante le guiñó el ojo. Alejandra sin saber qué hacer, sólo desvió su mirada hacia el frente. Un chico de piel tostada parecía estar hipnotizado con la rubia, no aguardaba el segundo en que ella por fin le mirase para él darle una de sus sonrisas; como respuesta educada, ella se la devolvió causándose a sí misma nervios.

No conseguía respuesta a esas atenciones exageradas de Michael, ha de parecer una primitiva con ese estilo de comer tan antiguo, y todo era responsabilidad del hombre que se negaba una y otra vez a desechar su mirada a otro lado. Las manos le temblaban y la comida al intentar llevársela a la boca caía nuevamente en el plato

Bufó ya molesta de lo que acontecía, no era desliz de Jackson, claro que no. Era suyo propio, consentía la conducta tan inapropiada y estúpida que los ojos de Michael le inducían. Soltó los cubiertos y llevó la entrada de su cabello hacia atrás, dando un respiro captando la mirada de unas cuantas cabezas.

—Disculpen.

Se levantó y fue en dirección a la salida, abrió la puerta para caminar de un lado a otro sobre el picaporte.

« ¿Qué es lo qué quiere?
¿Qué le pasa, acaso se volvió completamente loco?
Si quiere reprenderme por mi tardía... ¡Vaya que lo está haciendo! Y de la peor manera »

Tras conducir repetidas veces su cabello hacia atrás, la puerta de madera se abrió para dejar a la vista al dueño de su desesperación.

—¿Qué ocurre? ¿Por qué te saliste, no te gustó la comida? Porque puedo...

Tell The Angels No -MJ Fanfiction [#SmileAwards][Unwarrior2018]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora