Un Ángel Sin Alas

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—Escucha, es algo verdaderamente importante, Joan. Ya no es Ed ni Jerry quiénes evaluarán estas fotos ¿Sí? Necesito concentración.

—Martín, ya llevas 12 horas intentando conseguir de mí algo que posiblemente te pude haber dado mañana ¿Te has percatado de la tarde que es?

—¿Sí entiendes que Vogue no es un juego? Querida, si no supiese que de verdad tienes el potencial que Anna Wintour ha estado aclamando, hubiese corrido a avisarle que eres un desastre ahora mismo. Y no hubieses estado aquí por más de una hora.

—Martín, la chica necesita ir al despacho de la señorita Wintour.

—No hace falta, Michelle. Vine a corroborar si el trabajo de esta chica es merecedor de tantos halagos por parte de Gucci y Prada, sin mencionar que Channel la ama —dio una pequeña sonrisa a Joan.

Caminando elegantemente con un atuendo único veía a Joan con un poco de seriedad. Esta mujer, cabeza de la revista Vogue llamada Anna Wintour es la mentora de los mejores atuendos lucidos en París, la semana de la moda. Explayada en existo que aumenta su ego es el infierno de todo el departamento, no hay nada que se publique sin su consentimiento, sin su crítica y mucho menos una modelo en "mal estado" que corra por las calles de todo el mundo con defectos a simple vista, y sólo es a través de folios que elevan la gracia y la estupefaciente ambición de una dama.

—Anna. Martín, como siempre, te ha traído lo mejor de lo mejor —dijo el sujeto sumándose méritos a sí mismo.

—Aprecio tu trabajo —caminó en dirección a Joan caminando a su alrededor evaluando cada parte—. Es una chica muy bella, sumo puntos a tu egocentrismo al decir que jamás vi una morena tan bien lanzada al mundo del modelaje —decía con sus lentes de cristal viéndole con la mano en su barbilla—. Eres perfecta, creo que Christhian Dior te amará vistiendo uno de sus atuendos en mi portada.

Joan sonrió de medio lado con aires soberbios mientras vestía un leotardo esperando poder agradecer todos los halagos de un pez gordo en la industria.

—Agradezco todo lo que ha dicho. He trabajado duro para esto, y efectivamente, estar siendo fotografiada en este departamento es lo que he esperado hace mucho tiempo.

—Esperemos tu atuendo sea vendido y tu rostro sea uno de los más bellos y desconcertantes que he publicado.

—Será así, señorita Wintour. Y desde luego es un placer conocerla.

—El placer es todo mío, disculpad por mi tardanza. Me he enterado muy temprano que yacía aquí con Martín pero he estado ocupada todo el día.

—No se preocupe. Lo entiendo.

—Sigamos trabajando —miró a el otro sujeto con la cámara—. Martín, Jerry Buseman me ha confirmado mediante un email que ha logrado obtener uno de los leotardos que esta chica ha logrado desfilar en Victoria Secret el evento pasado. Búscalos.

Martín se fue mientras que Anna evaluaba a Joan.

—Trabajar para mí es difícil. Un día estas en la parte de adelante y al otro, diez páginas más atrás o, simplemente no estás. El mundo de la moda es duro.

—Creame que lo sé, perfectamente.

—Me enteré que hace poco fue tu cumpleaños. Por eso, me he tomado la molestia de comprar algo para ti hace un par de días. ¿Jackson? —Elevó la voz.

—¿Jackson? ¿Q-Qué Jackson? —Palideció.

—Jackson —le miró con una ceja arqueada por encima de sus lentes—... Mi asistente de despacho.

Tell The Angels No -MJ Fanfiction [#SmileAwards][Unwarrior2018]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora