Continua narrando Michael.
El ambiente durante la comida fue silencioso, sólo se escuchaban los cubiertos ser rastrillados contra el vidrio y nada más. Era estúpido, no incómodo, pero estúpido. Tantas cosas que sé que cada uno guarda dentro y sólo nos limitamos a callar y entonces cuando... Al notar la ausencia mucho más tarde, querramos decirlo todo y ya no podamos.
No dejaría que pase de nuevo.
—¿Cómo puedes quedarte callada y hacerme sentir que esto de verdad no te importa? —optó por mirarme con una ceja arqueada mientras alejaba el cubierto limpio, de su boca.
—Fácil —se encoge de hombros—. Me tomó años hacerlo, pero miradme, ahora soy toda una experta ¿No crees?
—El sarcasmo no te pega.
—El sarcasmo no pero los años sí —enserió su mueca y siguió con su comida.
Suspiré, estaba desesperado porque el hecho de que yo no encontrara las palabras exactas no significa que el tiempo se detuviese y entonces me tendría que ir, como siempre, con las manos y el corazón vacío. Y no quiero hacerlo, me niego a dejarla ir de nuevo sin... Algo que significase bastante entre nosotros dos hoy. Me arrastré un puesto más hasta quedar en el que me dejaba a su lado, ella me miró.
—¿Qué pretendes, Joseph? —se cruzó de brazos.
—Que esta vez las cosas sean diferentes.
—Ya lo son. Cada quien por su lado.
—¿Joan, no ves que estando lejos uno del otro nos hacemos daño?
—Ya deja eso ¿Sí? —se levantó del suelo y fue al refrigerador.
—¡Coño, escúchame! —le di la vuelta y cerré la puerta del artefacto para así acorralarla— Detente un segundo a mirar lo que es de mí sin ti.
Estaba de nuevo agitada y ese aliento fresco chocaba de nuevo con mi rostro sufriendo una menuda piel de gallina, también me ponía muy nervioso pero tenía qué.
—Ya me he detenido antes y por eso preferí no hacerlo más —sentía que escondía un nudo en su garganta.
Daría todo por no verla llorar de nuevo.
—Joan por favor, nena, deja todo de lado sólo por esta noche —dije mirándole a los ojos y ella negó sin mirarme pero, carecía de mucha voluntad al hacerlo—. Mi amor, dejame amarte —susurré colocando mi frente en su sien.
—Tú no me amas —noté dos lágrimas bajar—. Moreno —volteó su rostro al mío, esa palabra me dejó en el aire. Fue para mí —... Tú no puedes amarme cuando otra mujer te aguarda en casa. Ya no se trata de la asistente y el jefe, del deseo y el afán de querer romper el régimen de la dignidad y la moral. Michael, se trata de amor —salieron más lágrimas pero lograba mantener el control—, de un corazón que está rogando por ser refugiado en unas manos sin peligro, nene y tú —acarició mi mejilla y negó con la cabeza—, y tú no puedes darme esa paz aunque seas el único que pueda salvarme del dolor. Pero dime para qué si siempre acabaría en lo mismo, en nada.
—Yo podría darte todo si me das una segunda oportunidad.
—Michael, no...
Sus palabras de algún modo eran muy ciertas pero, no podía acatar nada sensato cuando la cama estaba tan ordenada y su vestido en perfecto estado. Mi cuerpo entraba en candela cuando hacia un simple rose con el suyo y moría por las ganas de amarla como yo sabía que le agradaba. Por eso me tomé el atrevimiento de besarla, ella intentaba rechazarme aprisionando sus labios y empujándo mi cuerpo lejos del suyo pero me resistí, con mis manos en su cintura oponiéndose a cualquier separación comprendí que tal vez me vaya a arrepentir luego porque la indecisión iba carcomer cada centímetro de lo que soy.
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Tell The Angels No -MJ Fanfiction [#SmileAwards][Unwarrior2018]
FanfictionSegunda temporada de Vida Indecente Muchas personas creen saber que todo aquellos ángeles que tienen tal término, vienen aquí para hacer el bien. Ayudarte en lo que necesites e iluminar tu camino que puede encontrarse vagando en la temible oscuridad...