Revista

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Narra Michael.

—¿Por qué cada vez que eliges mi ropa siempre es la camisa morada? —preguntaba caminando por el pasillo entretanto mi mano tomaba la suya.

—Bueno... Me gusta el morado, es uno de mis colores favoritos ¿No te gusta?

—No.

—¿Y por qué entonces vas por camisas moradas a la tienda?

—Para que tú las elijas cuando deseas vestirme —sonreí mordisqueando mi labio inferior

—Diría que es lindo de tu parte pero sé que es labia de hombres —me miró divertida.

—Bueno —pensando me guardé silencio un instante—... Me gustaría mucho que me explicases el significado de esa palabra.

—¿Qué no hablas español?

—No mucho —hizo una mueca—. Prefiero que me expliques tú a que un profesor aburrido.

—Bien. Algún día —abrazó mi tronco con ambos brazos y yo le abrace desde su espalda.

—Sólo te pido que encuentres buenos métodos entretenidos —arquee una ceja.

—Vale —ríe.

La verdad es que en estos momentos en los que ya no razono mucho y me mantengo entretenido me la he pasado de lujo, es cierto, siempre hay algunos recuerdos que se escabullen como sombras portentosas pero logro escaparme de aquello, ya busco centrarme en lo que es: Mi vida junto a la de un dulce ángel.

Me han ofrecido enseñarme los grandes templos de India, su gente es muy amena y su cultura es una de mis favoritas, es interesante y colorida. Le he comentado a Alejandra acerca de, y sus amigos junto a ella han aceptado la salida así que ahora mismo vamos en camino a uno de los rasca cielos de granito.

—¿Qué tal va la gira, Michael? —pregunta David. Sonrío.

—Va muy bien, hasta ahora no hemos tenido problemas mayores —hablo por la gira, no por mí. Vaya que me han sobrado problemas.

—Brad... —dice Alejandra entre risas.

—Es un caso especial —río con ella—, pero aún así le seguiré teniendo. Es bueno en lo que hace, no tengo mucho qué protestar.

Mientras íbamos en la camioneta Alejandra iba sentada a mi lado mientras yo le mantenía abrazada del cuello, sus dos amigos iban frente a nosotros y Blake no paraba de sonreír. Cosa que me incomodaba un poco.

—Hacéis una hermosa pareja —dice contento.

—Era lo que iba a decir —le sigue su amigo.

Me gusta escuchar esas cosas, con eso me doy cuenta que puedo complementarme muy bien con Alejandra y eso la gente lo nota.

—Gracias —digo para bajar unos milímetros mi cabeza y besar la frente de ella.

Al paso de unos cuantos minutos llegamos al templo y Dios, era hermoso. Sus piedras blancas incrustados en las paredes y esa estructura tan gigantesca es preciosa. Era como un conjunto de cinco edificios de Nueva York pero más achatados a la antigua.

En el espacio, justo a la entrada había unas cuantas personas con pancartas y gritando mi nombre; cuando bajo, una fila de hombres a cada lado mantienen a la gente aislada para permitirnos el paso. Siempre les he inculcado a cada empleado que por ningún motivo dañen a mis fans, que les traten con mucho cuidado y gentileza; ellos me entregan todo su amor y por ende debo tratarles como tal a pesar que no a cada uno tenga la oportunidad de conocerle.

Tell The Angels No -MJ Fanfiction [#SmileAwards][Unwarrior2018]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora