Tell The Angels No -MJ Fanfiction [#SmileAwards][Unwarrior2018]

Narra Michael

Era de noche, se supone que esta misma noche viajaríamos a Singapur pero estos últimos ensayos han estado algo exigentes y necesitamos descansar. Y es lo que justamente no hago ni por asomo. Yo... He estado mal, no he dormido por más de cuatro horas seguidas durante unas cuantas noches y no sé qué hacer. La veo y me siento tan miserable porque en algún momento le prometí hacerla feliz y... Veo sus ojos y jamás me he sentido tan desgraciado en la vida, ya no conservan aquel brillo que recuerdo en sus perlas azules, ya no parece ser la chica risueña que tanto amo.

Sé que es mi culpa y no me quito ni un poco de mérito por eso, la ilusione y la llevé a un valle que... No era el adecuado para su corazón tan puro e inocente de todo lo que me ha pasado anteriormente, pero estaba desahuciado, despechado y no precisamente de Joan, Lisa me había dejado y necesitaba sacármela de la cabeza.

Ahora que recuerdo fue a un costo tan inapropiado para Alejandra, no lo merecía y desde luego aún sigue sin ganárselo.

Acomodo mi saco y me doy una ojeada más en el espejo, llevo puesto jeans negros, zapatos de vestir, camisa vino tinto, saco a juego con mis pantalones y un fedora. Hoy es nada más y nada menos que navidad, la pasaremos en Japón... Sinceramente esto es algo un poco deprimente, he estado lejos de mi familia por mucho tiempo pero siempre tengo presente a mis padres y en estas fechas siempre nos hemos reunidos todos los Jackson, pero ahora me encuentro sólo en un cuarto que es testigo de tanta rebelión dentro de mí.
Estaba comenzando a ser un completo desorden mental.

—¿Michael? —Tocaron la puerta— ¿Listo?

Era Frank.

Voy a la puerta y abro luego de dar un respiro.

—Listo.

Salimos de aquel piso para ir directo a la casa del gobernador de Tokio, nos hizo una cordial invitación como cortesía por los conciertos que se han llevado a cabo estas últimas semanas aquí mismo. Han sido un éxito, ha invitado a todo mi equipo, ha sido un gran detalle.

Bajamos al lobby del hotel donde todos esperaban muy bien vestidos, era navidad y pasada la medianoche, aparte de nuestra celebración con un gran mandatario, tendríamos nuestra propia fiesta en una bella casa.

—¿Ya están todos listos? —pregunté con las manos en mi bolsillo, Frank asintió.

—Sí, les he dicho a todos que a las 7:00 pm.

—¿Nos vamos ya, entonces?

—Sí... ¿Te pasa algo?

—No.

—No lo quería mencionar antes pero has estado muy distraído últimamente, tu rostro va de mal en peor.

—Problemas personales —saco una de mis manos del bolsillo y la llevo a su hombro para darle un apretón y asentir levemente para que él le restara importancia.

—Sabes que puedes confiar en mí.

—Lo sé, sólo que —tomo aire mirando al suelo sin apartar mi mano de su hombro—... No es el momento. Preferiría guardármelo por un tiempo más.

—Como quieras, muchacho.

—Gracias.

No podría contárselo a alguien, ni siquiera a mi propia sombra cuando estoy solo en mi habitación. Siento tanta vergüenza, tanto desagrado por el ser tan mentiroso e indeciso que me he convertido que contárselo a alguien... Simplemente no es una opción.

—Uhh —dice y me saca de mis pensamientos—. Mira quien ha bajado.

Mire a su dirección y me he quedado sin la remota idea de producir palabra alguna, venía con su perfecto caminar saludando a todos y a los más allegados con un beso en la mejilla, sus caderas... Jamás las vi moverse tan bien en una caminata que era perfecta para lucirla en una pasarela, y es que lucía como en una. Esa sonrisa y con aquellos ojos azules resaltados en negro me aceleraban el corazón cuando me pillaba babeando por sí.