Darlo Todo

182 21 2
                                    

Y así fueron transcurriendo los días. Uno lejos del otro pero lo más curioso era que Alejandra no notaba esa ausencia espiritual de Michael, estaba feliz con sus padres que iban de un lado a otro consigo. Se sentía totalmente completa al ser lo primero que veía al levantarse y lo último al acostarse. Compartía cada instante con ellos a las afueras de esos hoteles a los que ya habituaba a visitar a el paso de un par de días.

Pero entonces ellos ya debían irse, tenían que volver a Venezuela tomando en cuenta que su casa estaba sola, era una extraña inquietud que comenzaba a pasar factura pensando en que algún instante podían robar material de su casa ya que su barrio no era tan castro. Se fueron, y ella cayó en las manos de una imagen que impregnó sentimientos para buscar apretar con mucha fricción para así impedir hablar, poder manifestarse e intentar arreglar su relación.

En cambio él, le necesitaba. Recurrir a sus brazos en cada minuto que dudaba de preferencia entre dos mujeres, sus brazos se abrían con un rayo de esperanza que aportaba tanta felicidad a ambos por saber que ese complemento existencial para ser feliz era el uno al otro pero, eso ella no parecía recordarlo ahora. Entonces justo ahí era cuando extrañaba con sumo fervor a Joan, a su hermosa mujer de piel canela que con vestiduras atrevidas y miradas coquetas robó todo de él y ahora no conseguía manera de recuperar.

En cuanto a ella no le habían dejado parar mucho tiempo en casa a pensar acerca de lo que desgraciadamente presenció en aquella fiesta sorpresa. Si el trabajo no le robaba tiempo, lo haría su madre más que encantada porque sabía todo lo que pasaba en su interior. Eduardo se encargaría de contarle gran parte con detalles y Emma por supuesto enfureció. Repetía mil veces que todo fue preparado por Michael para verle, insistía con bastantes ansias en que él atesoraba los momentos en los que le hacía sufrir, derramar lágrima tras lágrima para así alimentar su ego de hombre poderoso. Le aborrecía sin nada qué temer pues su hija estaba sufriendo de por medio y era algo que Emma no soportaría un instante más.

Eduardo sugirió que lo mejor era mantenerle distraída a cada momento. Expresando como motivo que lo que había vivido en esa fiesta había sido una de las emociones más tristes que posiblemente jamás vivió, pues le vio besar a otra mujer que no era ella y el reflejo de esa tristeza en el corazón, contó que le expremía sobremanera.

—Quisiera grandes arreglos de flores como centro de mesa pero, en negro y morado.

—Cariño, en mi humilde opinión, emplearía el negro y blanco.

—Es muy corriente. Es decir, todo el mundo utiliza esos colores.

—Pero el morado... No lo sé.

—Me gusta el morado —habla Joan desde una esquina del salón con la boca llena de helado de chocolate—. Adjuntado al negro es una combinación poderosa. Ya sabes.

—Me alegra que des tu opinión, bebé —Eduardo la mira sonriente.

—¿Q-Quisieras sugerir más cosas? —preguntó emocionada a su hija.

—No quiero flores, madre —se levantó vistiendo unos shorts de mezclilla y una camisa de tirantes—. Quisiera... No lo sé, otras cosas menos bobas —se sentó en uno de los sillones frente a Eduardo en posición de indio.

—Te traeré modelos mañana.

—Vale.

—¿Sugieres algo de comida? —preguntó Eduardo.

—Quiero tacos en el menú. También quiero... Bueno, primero quisiera probar esas dichosas "arepas" que me han dicho probar en Venezuela y ser ricas.

—Anotado, bebé —marcó en su libreta.

—¿Algún invitado especial?

—Quiero a Naomi Campbell.

Tell The Angels No -MJ Fanfiction [#SmileAwards][Unwarrior2018]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora