Era sábado, como motivo y pretexto a una celebración, decidieron irse de fiesta a un club de la ciudad. Ella portaba un llamativo vestido rectangular a nivel un poco más arriba de sus muslos, no poseía mangas, el tono negro se adjuntaba a la perfección con ese calzado amarillo de tacón alto; su cabello recogido en una cola de caballo y para esta ocasión, prefirió alisarlo, un maquillaje no tan exagerado y lo que restaba era aguardar a la llegada de sus dos amigos.
Dos días atrás contactó con sus padres mediante la batalla de una operadora telefónica a Venezuela; les comentó que muy pronto comenzaría con los ensayos, y les dijo que al día siguiente estaría firmando un folio de confidencialidad y lealtad al señor Jackson, también añadió a su madre que él cargaba con una sonrisa espectacular, a lo que ella respondió con un bufido ya que su pensar era que el artista mantenía pactos satánicos con el rey de las nieblas; aquello le causaba un poco de escalofríos a Alejandra, pero le respondió, en defensa de Michael, que era otra más de las infinitas falacias que habrían esparcido los tabloides.
Entre algunos sollozos sucedió la hora de cortar con la comunicación de Venezuela y Estados Unidos. Papá y Mamá realmente tristes, le dieron su alargada y protectora bendición típica de un originario de su país. Le entregaron sus más honestos éxitos al lado del artista, aunque no fuera mucho de su agrado.
—¡Cariño, qué hermosa! —David, tras un largo día de trabajo por fin habría llegado al compromiso con ella y Blake— Blake me contó todo, felicidades —la abrazó meciéndose de un lado a otro.
—Gracias —contestó risueña gustosa del perfume que cargaba él.
—¿Chicos, nos vamos ya?
El club formaba un ambiente tenue con su luz opaca, una amplia pista de baile, mesas y una barra libre era lo que enloquecía a las personas allí. Ocuparon una mesa y ordenaron tres bebidas esperando disfrutar de ello y de todo el espacio.
~
Después de una aniquiladora guerra de globos de agua, acabando en una leve humedad, decidieron que era hora de la cena. Eran más allá de las nueve de la noche, los niños yacían dormidos entre sus pijamas, Lisa y Michael charlaban bajo la luz de la luna sentados en los alargados escalones situados un poco cerca del picaporte.
Sonrió, la miró y ella le devolvió el gesto enrollada en una manta por el frío que acompañaba con unas pantuflas; a él le gusta lo que ve, su sonrisa se le presenta como una de las más hermosas que haya visto y sus ojos... ¿Qué se puede decir de ellos más que lo hundían en la ebriedad alejándolo cada vez más de su juicio? Apartando el sentimiento de que aquella mujer le pertenecía a otro hombre.
—¿Tienes mucho frío? —preguntó él entre una risilla que le terminó causando escalofríos a ella.
—Un poco... Tal vez mucho —sonrió— ¿Tú no?
Se acercó a ella con un poco de timidez y colocó los brazos alrededor de su cuerpo, Lisa le miró agradecida por la intención y sentido de preocupación que le demostró con tal gesto.
—Ahora no tanto.
—¿Hasta cuándo dejaré de percibirte así de cerca? —Ella no pretendía alejarse.
« Sólo hasta que los niños quieran ir con su padre »
—Hasta que...
—Lo sé, hasta que comiences con la dichosa gira. ¿Cuándo?
—El lunes.
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Tell The Angels No -MJ Fanfiction [#SmileAwards][Unwarrior2018]
Hayran KurguSegunda temporada de Vida Indecente Muchas personas creen saber que todo aquellos ángeles que tienen tal término, vienen aquí para hacer el bien. Ayudarte en lo que necesites e iluminar tu camino que puede encontrarse vagando en la temible oscuridad...