-¿Puedes ayudarme con las bolsas? -yo asentí -voy a ir con Brenda a ver unas cosas de la boda, regreso en la noche
-Está bien -baje del auto sin reprochar nada, él bajo también y abrió la cajuela; saqué las bolsas y me apresuré a entrar a la casa en dónde me topé con José Luis y él me ayudó con las bolsas.
-Gracias
-¿Estás bien? -me preguntó sin mirarme mientras acomodaba ciertas cosas que sacaba de las bolsas del supermercado.
-Estoy bien -tomé las bolsas de la tienda de ropa y me dirigí a mi habitación sin decir mucho.
Me quité el collar de nueva cuenta y lo escondí en dónde sabía que estaría seguro mientras mi ausencia. Decidí volver a mi mundo y despejarme un momento de todo eso que había pasado con Raúl.
-¿Qué haces de nuevo por acá? -me topé con Miguel de nuevo.
-Necesito que me ayudes con algo
-¿Con qué cosa?
-¿Qué pasa si un ángel guardián se enamora de su custodio?
-Ya te lo había explicado
-Si, lo sé, pero solo me habías dicho que se ganaba un castigo ejemplar, más no me dijiste cual
-Te vuelves un ángel caído, te destierran del paraíso
-¿Y conmigo que pasaría? Soy uno de los alados ¿habría un castigo?
-Te cortan las alas y si encuentras refugio en el reino de las tinieblas eres como adoptado en ese mundo, solo de esa manera te puedes salvar -me miró consternado -¿pero por qué tanta pregunta? ¿Acaso te estás enamorando de tu protegido?
-No, obvio no
-¡Ash! -expresó molesto -¿Qué le ven al tal Raúl? Primero Paloma y ahora tú -puse los ojos en blanco y después deslice mis manos por mi cabello.
-A ver, tranquilizate, solo lo preguntaba por Paloma -por fin podía ocupar ese nombre a favor mío - me dio curiosidad y quería saber que le había pasado es todo ¿o hay algo que me ocultas? -hice una pausa para pensar bien lo que está acabas pasando -también estabas enamorado de ella ¿cierto?
-No, obvio no -me imitó con un tono chillón.
-¡Hey! Yo no hablo así -las cosas comenzaron a pasar frente a mis ojos -creo que ya sé en dónde puedo encontrar las respuestas que andamos buscando con respecto a ella
-¿Y se puede saber en dónde?
-En mi verdadero mundo -levanté una de mis cejas -solo que hay un problema
-¿Cuál?
-No sé cómo volver ahí
-Pues como saliste de allá, es obvio ¿no?
-Es que mi madre fue la que me ayudó a salir y nunca me dijo como volver
-¿Y si te ayudó a investigar como regresar me llevas contigo?
-Miguel, yo no puedo llevarte para allá, es muy peligroso y sería arriesgarte mucho
-Yoss... -me miró como reprochándome.
-Miguel no te voy a llevar conmigo y creo que de ahora en adelante es mejor seguir sola -lo miré por última vez y después seguí mi camino hacia la tribu de aire.
-¿Tan rápido estás acá? -dijo Víctor al verme -creí que tendrían que pasar mil atardeceres para volvernos a ver
-Creo que sé en dónde puedo encontrar todas las respuestas que quieres y/o necesitas, pero ocupo tu ayuda
-En lo que sea, dime ¿para que soy bueno? -parecía emocionado.
-¿Cómo llegó al reino de las tinieblas? -él se quedó anonadado.
-Pensé que tú sabias como volver
-Realmente no -llevé un mechón de cabello tras mi oreja -mi mamá solo me sacó de ahí y no me dijo como volver
-Buen, Ummm, necesitas ir a un bosque, lleva un espejo contigo y cuando llegues a lo más oscuro y escondido del bosque intenta cruzar el portal, y si no funciona llama a los tuyos
-¿Y cómo invoco a los míos?
-Pues yo que sé, llama a tu ejército, seguramente te van a responder
-Claro -susurré y recordé aquel día que mi madre me explicó algo así.
-Recuerda que siempre que alguien esté herido lo vamos a rescatar, el olor a sangre de los nuestros será el llamado -ese recuerdo aturdió todos mis sentidos.
-¿Estás bien?
-Gracias, ya tengo la respuesta -lo tomé por los hombros y corrí emocionada hasta que cruce el portal; como siempre salí expulsada del espejo.
-¿En dónde estabas? -miré hacia la cama y ahí estaba Raúl mirándome con reproche.
-En la otra galaxia -dije con sarcasmo mientras me levantaba.
-No me gusta tu tono
-Ni a mi tus preguntas estúpidas -lo miré molesta -¿Qué haces aquí?
-Es mi casa ¿no? -tenía razón y eso me molestaba un poco.
-Tienes razón -saqué el collar de detrás del cuadro -así que como es tu casa, me largo de aquí -caminé hacia la puerta.
-¿A dónde vas? -me tomó por la muñeca y me jalo hasta dónde estaba él.
-A mi mundo
-Acabas de volver de ahí
-No, a mi verdadero mundo -sentí como mis ojos cambiaban un poco, por lo cual opte por calmarme un poco para que si me topaba con José Luis no descubriera mi verdadera identidad -así que ahora sueltame
Él hizo lo que le pedí y corrí a la cocina en cuanto tuve oportunidad, tomé un cuchillo y salí de la casa.
-¿A dónde vas con eso? -me preguntó mientras me seguía por todo el patio.
-Ya te dije que a mi mundo
-No te vas a hacer daño ¿verdad? -en su voz escuché preocupación, pero no era momento de abortar la misión.
-Que te importa -dije molesta y seguí caminando sin detenerme hasta que ya no escuche ni sentí pasos detrás mío, siguiendome y casi pisándome los talones.
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Fantasmas Del Pasado
Fanfiction[Tercera parte de la historia "Tú, yo y tu ángel"] Siempre lo ayudé a no ahogarse, pero él no se dio cuenta que mientras lo hacía yo me estaba hundiendo, que mientras el salía a flote yo era su sostén, su pilar, pero me estaba quedando sin aire, si...