-Sueltame -comencé a forcejear con él intentando de manera fallida quitármelo de encima.
-Dime la verdad ya ¿qué hay entre tú y mi hermano?
-Ya te dije de todas las formas posibles que no hay nada, yo -hice una pausa y decidí detener esas palabras que pedían salir por mi boca.
-¿Tú qué?
-Olvidalo -de nuevo intenté quitarmelo de encima, pero mis fuerzas no funcionaban, él era más fuerte que yo.
-¿Por qué no entiendes que tú eres mía? Y de nadie más -besó mi mejilla.
-Yo no soy de nadie, solo tenemos una relación pero eso no te hace dueño de mi -sentía que mis ojos en cualquier momento iban a oscurecer.
-Eres mía ¿qué no entiendes? Desde el día que entraste por esa puerta
-Me estás lastimando -me quejé -prometiste que tú me ibas a proteger y me estás maltratando, además yo no soy tuya, no soy de nadie, yo también puedo ser libre como tú, tener secretos
Sus ojos comenzaron a aclarar y se quito de encima mío.
-Tienes razón, perdóname -se sentó al lado mío.
Me senté sobre el piso y lentamente me fui alejando de él, solté un gran suspiro.
-Ya, tranquilo, no ha pasado nada -dije con la respiración acelerada.
-Lo siento -dijo con un hilo de voz.
Salió de la habitación con rapidez y lo perdí de vista, yo también salí de la recámara y choqué con Raúl al salir de ésta para tomar el pasillo.
-¿Estás bien? -me tomó de la cintura para evitar que cayera.
-Sí -llevé la mirada al final del pasillo para ver si aún podía observar a José Luis.
-¿Te hizo algo mi hermano?
-No, tranquilo, solo nos pusimos a discutir -hice una pausa y me detuve a observar sus facciones -¿Qué pasa?
-Conforme pasan los minutos me doy cuenta que falta cada vez menos para la ceremonia de mi boda
-¿Y? -levanté una de mis cejas.
-Me estoy arrepintiendo, además me estoy poniendo nervioso
-¿Por qué? -me alejó -¿por qué te alejas?
-Las cuatro paredes de ese cuarto -llevó la vista a una de las recámara -fueron testigos de que en verdad sientes algo por mí -tomó una de mis manos y la colocó sobre su pecho.
-Parece que se te va a salir el corazón -lo miré mientras alejaba mi mano.
-Eso es lo que provocas en mí, pero bueno, ya es muy tarde -bajó la mirada -iré a la sala a esperar a que llegué la limusina por mí
Él se alejó de mí y corrió a la sala. Me sentía culpable, sabía que no podía detener sus planes y tampoco iba a ser la que detuviera la boda, esto era tan patético, además él cada que me veía con esa mirada inocente me hacia sentir mal por corresponderle y darle lo que pedía cuando sabía que estaba mal y ahora simplemente lo que gané fue que él huyera de mí por su confusión. Se supone que había llegado a su vida para protegerlo, pero el collar que tenía en mi posesión había cambiado las cosas, y todo se complico aún más cuando reté las leyes de la vida angelical, los protegidos no deben ver a sus ángeles y desde ahí todo empezó muy mal.
La casa de la familia de Raúl era un completo caos. Raúl estaba muy estresado por la llegada de la limusina, la cual estaba esperando en la entrada de la casa; José Luis estaba terminando de colocarse la corbata y sus padres estaban corriendo de un lado a otro buscando lo que faltaba, el regalo, las llaves de la camioneta, el bolso de la madre de Raúl, los anillos y el lazo. Nadie parecía notar mi existencia a pesar de que me encontraba sentada en el sofá.
Vamos a terminar esto de una vez... Faltan como seis capítulos para el bonito final, empezaré a subir capítulos diarios.
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Fantasmas Del Pasado
Fiksi Penggemar[Tercera parte de la historia "Tú, yo y tu ángel"] Siempre lo ayudé a no ahogarse, pero él no se dio cuenta que mientras lo hacía yo me estaba hundiendo, que mientras el salía a flote yo era su sostén, su pilar, pero me estaba quedando sin aire, si...