Fantasmas Del Pasado

Prólogo

-Miguel ¿estás seguro que Yoseline es la mejor opción? -escuché desde el otro lado de la puerta.

-Me parece que si, hace poco la conocí, pero de entre toda la tribu me parece que es la mejor para cuidar de Raúl

-Es que, no me convence del todo que a él lo vuelva a cuidar una joven ángel

-Disculpe que lo contradiga, pero ella no creo que se enamoré del chico -bueno, no conocía al tal Raúl, pero no creo que se crucen sentimientos, los ángeles son muy guapos.

-¿Por qué estás tan seguro?

-Pues porque ella no es un ángel puro

-¿De qué hablas?

-Ella es como un semi ángel, su padre era un ángel de mi tribu y su madre, su madre era una de las aladas

-¿Y cómo pasó eso?

-Pues de las muchas veces que había guerra entre los mundos, ellos se enamoraron y de ello tuvieron una hija

-¿Y cómo me das la seguridad de qué ella no puede ser una infiltrada en nuestro mundo o que no puede hacerle daño a Raúl?

-Yo la conozco, no sería capaz, ella es buena

-¿Y no es principiante?

-Tiene cerca de 17 años, sé que es muy joven, pero confíe en ella, se lo prometo

-La pondré a prueba -¡genial! Me emociona mi primera misión.

-Entonces iré a decirle que ya es una guardiana

-A la primera que haga, la voy a destituir de su puesto

-No lo va a defraudar, lo prometo -vi salir a Miguel corriendo de la "oficina" del arcángel principal.

-¿Y bien? -pregunté.

-Vas a cuidar de Raúl, el viejo protegido de quién te hablé, pero necesito que cumplas todas las reglas y no des problemas, por favor

-Te lo juro Miguel

-Está bien, confío en ti, pero antes necesito decirte todo lo que tienes que saber sobre tu misión, acompañame -seguí a Miguel hasta que llegamos a la aldea.

-Entonces dime ¿qué debo saber?

-Raúl tiene 26 y no te espantes si puede verte, él hace un tiempo tiene el "don" de ver a los de nuestro mundo, después te explico el por qué, ummm..., las reglas de un ángel guardián, son, uno, debes cuidar tu identidad, dos, debes proteger por sobre todas las cosas a tu humano, tres, en caso de guerra con los alados debes estar aquí, presente, debes luchar con tu ejército, cuatro, nadie nunca debe venir al mundo y cinco, y la más importante, jamás te enamores de tu protegido si no tendrás un castigo y serás juzgada por toda la corte celestial ¿entendiste?

-Si Miguel, pero tengo una pregunta

-¿Cuál?

-¿Cuál es ese castigo del que hablas?

-Será mejor que no lo sepas y ven, debes aprender a usar el portal que conecta los mundos -de nuevo caminé tras Miguel hasta el famoso portal dentro del castillo.

-¿Qué clase de ciencia puede haber con el portal?

-Cuando entres al portal tienes que caer sobre tus pies, no metas las cara por favor y la manera en que puedes volver al mundo va a ser por medio de cualquier espejo

-¿Tú conoces el mundo de los mortales? -estaba emocionada por conocer el nuevo mundo.

-Claro que no, jamás he salido de aquí

-¿Y cómo sabes tanto?

-Yo entreno a los ángeles guardianes -suspiré -espera, antes de que te vayas, necesito darte algo -sacó un objeto de su bolsillo.

-¿Qué cosa? -me brillaron los ojos de la curiosidad.

-Esto -me mostró un bonito collar dorado, tenía una dije en forma de pluma -tomalo, es tuyo, te va a servir para camuflar te entre los mortales, necesitas que ellos te vean, pero sin alas

-¿Y por qué me tienen que ver?

-Raúl no debe parecer un loco hablando con "nadie"

-¿Okey? -fruncí el ceño, pero no reproche nada, tomé el collar entre mis manos y crucé el portal.

Así fue como empezó toda esta locura en la que se convirtió mi vida.