-Con los pies, con los pies, con los pies -me decía a mi misma cada vez que veía, me iba acercando al otro lado del portal.
No caí con los pies, pero logré meter las dos manos, aunque eso no impidió que chocara con mil cosas cuando impacté con el suelo.
-¿Quién anda ahí? -escuché una voz masculina, era muy cálida.
-Perdón, soy... -no pude terminar de presentarme, ya que el dueño de la voz apareció frente mío y parecía enojado.
-¿Cómo entraste?
-Por el espejo -hice una mueca.
-¿Qué? -me miro confundido -levántate y alza las manos lentamente, si haces cualquier movimiento en falso no respondo, voy a llamar a la policía
-Está bien, está bien-vaya que en este mundo son raros.
Me levanté como ordenó y alcé las manos, aunque al hacerlo abrí las palmas y cayó frente a mí el collar que Miguel me había dado.
-Que demonios -susurró para sí mismo y colgó el teléfono -Otra vez no
-¿De qué hablas? ¿No ibas a llamar a la policía? -lo confronté.
-¿Eres uno de ellos? -se acercó lentamente a mí -responde ¿eres un ángel? -yo no respondí a sus insistentes preguntas, hasta que él me tomó de los hombros y me hizo girar en dirección al espejo, y sí, se veían mis alas.
-¡Rayos! -exclamé -puedo explicar esto -lo miré por primera vez -pero antes tengo que recoger esto -me arrodillé y recogí el collar, está vez me lo puse para no perderlo.
-¿Cómo hiciste eso? -se alejó asustado de mi lado. Devolví la vista al espejo y me percaté que mis alas habían desaparecido.
-¿Eres Raúl cierto?
-Si, pero habla ahora ¿quién eres? ¿Qué haces aquí y cómo hiciste eso?
-Yoseline, tu nuevo ángel, e hice eso porque tengo el collar que me dio Miguel
-¿Mi nuevo ángel? -bufó.
-Si, tu nuevo ángel, sé que ya sabes de nosotros ¿por qué te asustas? Sé que esto no es de tu mundo pero, sabes cómo es esto ¿o no?
-Si, lo sé, pero aún es raro que esto pasé frente a mis ojos ¿podrías evitar tus transformaciones en lo que vuelvo a acostumbrarme? Por favor -me pidió.
-Si, perdón, solo fue un accidente, también necesito acostumbrarme a esto, es nuevo para mí -llevé mis manos a mi cabello.
-Ven aquí -me pidió que me acercara.
-Cuéntame de ti ¿por qué eres ángel?
-Quisiera contarte mi historia pero es un poco larga y un tanto aburrida, podría resumirla un poco, creo -miré hacia todas partes.
-No hay problema, es la una de la tarde y tengo tiempo libre hasta las ocho
-¿Qué? -no entendía de que me hablaba.
-Que tengo hasta el anochecer
-¡Ah! Está bien, me gusta ¿por dónde empiezo? -hice una pausa -como ya dije, me llamo Yoseline y tengo 17 años -me presenté.
-Eres muy joven ¿no crees?
-Un poco, aún soy principiante, estoy a prueba, necesito demostrarle al arcángel que yo si nací para esto, que tengo las entrañas buenas -sonreí inocentemente.
-¿Y por qué te mandaron a ti?
-Dicen que soy la más apta, porque siendo lo que soy no puedo enamorarme de un mortal y lo creo un poco, los ángeles son muy atractivos -sonreí.
-¿Siendo lo que eres? ¿Qué eres? -me miró desconcertado.
-Esa es la larga historia de la que te conté
-Te dije que tengo tiempo, habla
-Solo no te asustes, suena peor de lo que es, creo, o bueno, los ángeles llegan a la edad madura cuando cumplen los 19, claro siempre y cuando sean un ángel nacido de ángeles
-¿Por qué tendría que asustarme?
-Porque soy mitad demonio -la cara de horror que puso no la puedo ni describir, creo que debí tener un poco de tacto con respecto a ese tema.
-¿¡Cómo?! -abrío los ojos a más no poder y de manera repentina -¿Qué demonios tengo con los semi ángeles?
-¿A qué te refieres? -dije con curiosidad.
-Pues que mi anterior ángel guardián era mitad ángel y mitad mortal
-¿Es en serio? -estaba bastante sorprendida, solo había escuchado de un ángel así, era un chica llamada Paloma, pero era una leyenda, o tal vez sólo un chisme entre ángeles -¿La conociste? Eso quiere decir ¿qué si existe?
-Claro que si existió -suspiró -era muy linda, noble, bondadosa...
-Wow... Pensé que ella solo era un mito
-No lo es, pero bueno, dime ¿qué hay sobre ti?
-¡Ah! Cierto, iba a contarte qué pasó conmigo, aunque mi historia no es tan relevante como la de la mortal de la qué hablas
-Supongo que si lo es ¿por qué no me la cuentas?
-Está bien -hice una pequeña pausa para ordenar mis ideas y está vez tener más tacto -hay que volver unos siete años al pasado, cuándo yo tenía cerca de nueve o diez años, era una semilla, ni siquiera sabía que había más mundos, o que existía el tiempo, digo, somos eternos, pero mi madre comenzó a explicarme qué era la edad, ya que en mi mundo no envejecemos...
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Fantasmas Del Pasado
Fanfic[Tercera parte de la historia "Tú, yo y tu ángel"] Siempre lo ayudé a no ahogarse, pero él no se dio cuenta que mientras lo hacía yo me estaba hundiendo, que mientras el salía a flote yo era su sostén, su pilar, pero me estaba quedando sin aire, si...