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Narra Lourdes.

La semana pasó rápido.
Estaba algo nerviosa. Juan venia a buscarnos en media hora. Annie no estaba muy contenta, dice que prefiere quedarse sola. Aunque no lo haría.

Después de cambiarme, me llego un mensaje. Era él diciendo que estaba afuera.

- Vamos Annie.

Agarré mi bolso y salimos. Él estaba ahí, con otro chico. Debía tener la edad de Annie, o un poco mas grande. Juan Luis tenia una camisa negra de manga corta, un jean azul y zapatillas negras. El otro chico una remera blanca, tambien jean pero negro y zapatillas blancas.

- Hola...

Salude a los dos, igual que Annie.

- Hola Cami... Tuve que traer a mi hermano.

Asentí. Mire a Annie, quien ya hablaba muy tranquilamente con el chico.

- ¿Como se llama?

- Jason.

- Ah... ¿Y él quiso venir?

Rió.

- La verdad... No. Casi lo obligue. Así tu hermana se entretiene un poco.

Asentí. Subimos al coche y nos fuimos.

- ¿Donde vamos?

- Mmm... Ahora verás.

Después de unas dos horas, frenó. Bajamos del auto y el viento golpeo mi rostro con fuerza.

Caminamos siguiendo a Juan. Bajó unas pequeñas escaleras. Annie y yo nos miramos y lo seguimos. Enseguida mis pies tocaron arena. Levanté mi vista y vi el mar.

- Wow...

Pronunció Annie.
Hace muchos años no vengo. Tenia 6 años la última vez y vine con Isabella, la mujer que me dio la vida. Lamentablemente.

Annie y Jason se quedaron en la Playa mientras Juan y yo estábamos en una casa.

- ¿Es tuya?

Dije refiriendome a la casa.

- En realidad es de mi mamá pero yo la mantengo y todo.

- Es bonita...

- Acostumbrate, vamos a estar unos cuantos días.

Abrí mis ojos de par en par.

- No puedo faltar al trabajo

- Ya lo solucione.

Lo mire mal.

- Aún así no... No quiero.

- ¡Vamos! Nos podemos conocer mas. Te despejas un poco.

Suspire cansada.

- Bien.

Sonrió.

- Cambiate y vayamos a la playa.

- Amm... No traje nada de ropa...

Hizo una mueca.

- Metete con eso y mientras se lava yo te presto mi ropa.

- Esta bien...

Él se cambió y fuimos a la playa. Quedaba justo en frente, por eso mismo los chicos quedaron ahí.

La tarde se me hizo bastante divertida. Nos la pasamos adentro del mar. La playa estaba vacía asi que era mejor.

Ya en la noche, después de haber cenado, cada uno fue a una habitación distinta.
Tenia puesta una camisa de Juan Luis, junto a mi ropa interior aún humeda por el agua de la ducha. No podia dormir. No se si era la cama o qué. Asi que miraba el mar por la ventana, puesto que estoy en un segundo piso.

La puerta se abrió, haciendo que me sobresalte y voltee. Menos mal que la camisa tapa lo suficiente.

- Lo siento... No queria asustarte.

- No pasa nada... ¿A que vienes?

- No podia dormir... Y ademas quería que hablemos.

Asentí.

- ¿De qué?

- Quiero que nos conozcamos un poco mas... No quise hacerlo hoy temprano, los chicos estaban cerca.

Subí mi ceja.

- Ah... Empieza...

Se acercó a la cama y se sentó en ella. Yo solo en un sofá que esta debajo de la ventana.

- ¿Que pasó con tus padres?

Eso fue un... Golpe duro.

- No tengo.

Reí nerviosa.

- ¿Pero que paso con ellos?

- A él nunca lo conocí y ella me abandonó... Nos abandonó...

Baje mi vista.

- ¿No sabes la razón?

Asentí.

- Se fue con un millonario por ahí... Lo peor fue que me enteré por los medios, no por ella... Fue hace 7 años...

Sequé una lágrima que cayó.

- No... Lo siento...

Secó mis lágrimas de inmediato.

- No... Ya deja no... No pasa nada.

Suspire.

- ¿Y tú como llegaste a ser tan famoso?

- Siempre me gustó la música y... Mi tío me ayudó para hacerme conocido... Ni yo se cómo pasó.

Rió bajo.

- Aunque antes de eso, todo fue una mierda...

Me quede viéndolo.

- ¿Por?

- Es una historia larga... No se la cuento a nadie... Pero tú eres la excepción...

Un corazón en JuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora