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Narra Lourdes (Camila)

- Se te juntó el ganado.

Reí por el comentario de Alex.

- Cierto.

- ¿Como esta Annie con todo esto que ha pasado?

- Y... Fatal. Es obvio. Pero lo va a superar de a poquito.

Asintió y me miró.

- Tengo que decirte algo.

Ahora lo vi yo.

- Si, escucho...

Suspiro.

- Me gustas...

Me quedé en silencio.

- Lo se... Está mal. Tu estás embarazada, tienes a tu novio o lo que sean ustedes, soy tu mejor amigo pero... Hace mucho me gustas y tenía que decírtelo. Lo siento...

- Alex yo... No se que decir...

- No digas nada. No quiero perjudicarte ni mucho menos. Simplemente me gustas y ya. No voy a entrometerme en tu relación y quiero que seas feliz. Aunque me cueste...

Sonreí.

- De todas formas seguiré siendo tu mejor amigo.

Reí y lo abrace.

- Lo siento..

- No te lamentes. Es mi culpa.

Se separó de mi y beso mi mejilla.

- Iré a tomar agua.

Se fue del patio.

Juan se acercó a mi y sonrió.

- ¿Paso algo?

Le conté lo de Alex.

- Wow... Es... Raro.

- Sip... -Suspire- ¿Los chicos?

- Fueron a comprar pizzas y otras cosas para cenar. Annie leía en su cuarto y bueno, Alex entró.

- ¿Tu que hacías?

- Con mi teléfono... Hablaba con Natalia por lo de Pablo...

- Ah ¿Y?

- Dijo que nos viéramos en estos días para hablarlo personalmente. Normal.

Asentí.

- Oye... ¿El médico te dijo algo respecto a las relaciones?

- ¡Juan! -Reí, sonrojandome- Que tenga cuidado y use protección, nada mas.

- Aah... Porque quiero hacerlo.

- Ya veo -Reí- Espera a mas tarde y vemos.

Besé su mejilla y entré a casa.

*

Desperté algo asustada. Había tenido una pesadilla horrible.

Miré a mi lado. Juan todavia estaba durmiendo.

Me acosté de nuevo y lo abracé despacio para no despertarlo. No sabía que hora era y tampoco me importaba.

- ¿Amor?

Preguntó adormilado mientras volteaba hacia mi lado.

- ¿Que pasa?

- Pensé que te habías levantado.

Abrió un ojo y sonrió.

- ¿Quieres desayunar?

- Si... En un rato.

Me abrazo y besó mi frente.

- Te amo.

- Yo también te amo.

Se levantó y fue al baño.
Al rato volvió y me dio un beso en los labios.

- ¿Y eso?

- Sabes que no me gusta besarte sin antes lavarme los dientes.

- Cierto, lo olvido.

Volvió a acostarse al lado mío y volvimos a abrazarnos.

- ¿Como está tu pancita?

Reí.

- Bien. Apenas entrando a las 8 semanas.

- Lo siento... Estoy ansioso.

Volvió a besarme. Sonreí y lo miré.

- ¿La primer ecografía cuando es?

- ¡No se! Calmate.

Reí a carcajadas.

- No puedo. Es mi bebé, ese sí es mio. Estoy nervioso.

Rió.

- Voy a hacer el desayuno.

Me besó nuevamente y se levantó.

- Yo me quedo acá.

- Bueno. ¿Llamo a Annie?

- Sip. Asi desayunamos juntos.

Asintió y se fue.

Un corazón en JuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora