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Narra Lourdes.

- ¿Era él?

Sequé mis ojos de nuevo.

- Si... -Suspiró- Le he dicho que se fuera y cuando tú estés mejor, que vuelva.

- Gracias...

Me abrazó. Aspiré su perfume e intente sonreír. Me hacia acordar a nuestra relación, amaba ese perfume. Es una reconocida marca española que a él le fascina, y a mi igual.

- Ven, sientate conmigo.

Prácticamente me obligó a sentarme en sus piernas.

- Me hace acordar a nuestras primeras salidas... -Lo miré- Cada dos por tres llegabas hecha un mar de llanto.

Sonreí.

- Cierto...

- Eres demasiado hermosa para llorar por alguien como él... Fijaos que hasta te quedarás ciega, pues tus ojos ya estan casi transparentes.

Reí. Noté que se estaba acercando.

- Cami...

Lo miré y me besó. No tardé en seguirle pero me alejé.

- No... En el medio está Sara y Juan y...

- Solo es un beso.

O eso creía...

Una cosa ha llevado a la otra y terminamos en la cama.

La culpa me mataba. No tendria que haber pasado, nunca.

Me vestí y fui a la cocina. Tenía hambre.
Me di cuenta que llovía. Le reste importancia y vi mi celular. Tenía un mensaje, de los tantos, de él.

Juan Luis..
Juan Luis: Te esperaré...

Este mensaje fue a las 19:53 y eran las 21:36.

Fui a cerrar la puerta con llave, cuando vi a alguien sentado en la vereda. Algo me impulsó a salir a ver que pasaba.

Era él. Su cabeza estaba baja, tenia una camiseta negra sin mangas y un jean tambien negro. Estaba mojado, lógicamente. Tenía una botella de Ron al costado y noté que lloraba.

- Juan...

Me miró y se levantó.

- Camila... Te vi. Te acostaste con él.

- Deja de decir bobadas y entra...

- No estoy alcoholizado. Tomé pero tengo reflejos y soy consciente de lo que hago.

Hice una prueba, tratando de golpearlo a lo que lo esquivó.

- Bueno, si, tienes reflejos

Medio sonrió.

- Sólo una cosa... -Lo miré- ¿Tu sigues amándolo?

Me quede helada.

- No... No lo se Juan...

Suspiro.

- Porque yo si te amo...

Lo mire con detenimiento. El alma se me hizo pedazos.

- Se que te lastimé, te hice mierda... Lo de mi celular esta mal -Lo sacó de su bolsillo, roto- No sirve...

Lo tiro al suelo, en un charco de agua. Sólo estaba quieta, viéndolo.

- Mira... Te lastimé, te hice llorar... Y asi todo vine a arreglar las cosas. ¿Que veo por la ventana? Como Raúl y tú se estaban besando y se iban a la habitación donde las sombras eran mas claras que todo...

Lloraba desconsoladamente. Lo que provocó que yo llorara también.

- Creo que... No debo seguir... Contigo..

- Juan...

- Con él te he visto Feliz... Conmigo sólo lloras y te lastimo...

Sacó de su bolsillo una cajita azul de terciopelo. Me la dejó en mi mano.

- Toma... Él lo merece mas que yo...

- Juan no... No hagas esto.

- Sólo aprendo a lastimar... -Murmuró- Camila, te deseo lo mejor del mundo...

No dejaba de llorar en este momento. La lluvia aumentó.

- Encontrarás a tus padres, yo lo se -Medio sonrió- Y quizás nos encontremos en un futuro...

Se alejó de mi.

- Nunca olvides que un monstruo como yo aprendió a amar...

Se dio la vuelta y se fue.

Entre a casa y tiré la cajita al suelo mientras lloraba.

Esto es mi culpa...

Se despidió de mi, quizás para siempre...

Esto se acabó...

Nuestra historia terminó.

Y mi Corazón sigue en Juego...

Fue mi maldito Corazón en Juego...

Un corazón en JuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora