Narra Juan.
Nada mas volver a donde estaban todos, choqué con una chica.
- Lo siento.
- No pasa nada...
La miré. Admito que era preciosa. Pero no tengo humor ni para llevármela a la cama asi que solo segui mi camino.
- Lourdes...
Volteo y me sonrió.
- Hola, chico malo.
Rió. La mire sin entender.
- Es por lo que pasó con el grandote aquél.
- Ah si -Reí- Es un imbécil... ¿Que haces aquí?
- A veces vengo a ver las carreras. No siempre porque no me gusta dejar a mi hermanita, sólo hoy quise venir.
- Quizás el destino quiso juntarte conmigo.
Rió y bajo su cabeza. Luego la levanto.
- Perdón pero debo irme.
- Te acompaño. ¿Si?
- No no es que...
- Dejame acompañarte...
Suspiró.
- Bien...
Empezamos a caminar.
- ¿A donde vas? Tengo mi coche...
Me frene. Volteó.
- ¿No era una moto?
- La traigo sólo a competir... A veces la uso particular...
- Aah... Como vi que se te habia roto... Pensé que íbamos caminando.
Fuimos hasta el auto. Subimos y arranqué mientras me indicaba a donde ir.
- ¿No tienes vehiculo?
- Mm... No.
- Que raro...
- ¿Por que?
- Pareces... Sin ofender no... Pareces las niñas de papi, consentida... Pense que tendrias un auto lujoso o algo así.
Rió.
- Ojalá... Las apariencias engañan.
- ¿Por?
- Ahora verás porqué...
Despues de un rato, llegamos a una casa. Se notaba pequeña, algo destruida.
- ¿Vives ahí?
- Por desgracia... Si.
Bajo del coche. Baje tras ella.
- ¿Quieres entrar y tomar algo?
- No quisiera molestarte ni invadirte...
- Vamos, entra.
Cerré el coche y fui con ella.
Definitivamente era una casa muy chica. Aunque para ella, y supongo que su hermanita, esta bien. Tiene un sofá, una tele vieja, una mesa chica, una cama, algunas ventanas tapadas con cartones y maderas, una cocina chica, una nevera pequeña, un mueble, lavarropas y una escalera.- Sientate... Voy a hacer café.
- ¿Tu hermanita?
- Ella duerme arriba. Bueno, tiene su camita casi tocando el techo.
Rió bajo.
Esta casa me hace acordar a la que vivía cuando era chico. Cuando las cosas estaban pésimas con mi papá y habia días donde no comíamos.
- ¿Tienes trabajo?
- Trabajo en un bar algo alejado. -Me dio una taza- Cuando nos vimos por primera vez yo iba caminando allá.
Sonreí.
- ¿Y tu familia?
- No tengo -Bajó su vista- Bueno... Si tengo unos tíos que vienen a vernos cada tanto y me ayudan un poco con mi economía...
- Lo siento yo...
- Descuida. Todo bien
Tomé el café.
- ¿Y tu vives sólo...?
- Realmente vivo en aviones y hoteles... Ahora tengo vacaciones y me dedico a las motos y mi familia... Tengo un departamento y una casa en las montañas donde esta mi familia...
Asintió.
- Quisiera vivir como tú...
- No es recomendable... Cansa mucho
Rió.
- Pero siempre consigues lo que quieres... Yo no. Además es un cansancio bonito, porque sabes que a pesar de todo ese sacrificio tienes lo que quieres.
- Porque tenga dinero no quiere decir que consigo lo que quiero... Ni con todo el oro del mundo logro ser feliz.
Me miro asombrada.
- No me hagas caso...
Levanto sus hombros y tomó su café.
- Antes que me olvide... Me puedes decir Camila tambien... Por las dudas.
- ¿Y por que Camila?
- Es mi segundo nombre... Soy Lourdes Camila Motta... Me llaman de las dos formas. Te digo para que sea mas fácil.
- Aah... -Reí- Me gusta mas Camila...
Levanto sus hombros de nuevo, esta vez sonriendo.
- ¿Y como debería llamarte yo?
- Mmm... No se, como quieras. Juan, Juan Luis, Maluma... Lo que sea mas cómodo para ti. Y me llamo Juan Luis Londoño Arias asi que... Ya lo sabes.
Rió. Termine el café y me levante del sofa.
- Bueno yo ya me voy... Te dejo descansar, Cami.
Dejó la taza y me acompañó a la puerta. Besé su mejilla y, cuando estaba por irme, la quede viendo.
- Pasame tu número.
- No tengo cel...
- ¿Y por que a Pipe se lo diste?
Interrumpí. Rió.
- Vale... Dame que me agendo.
Le di mi celular. Anotó y me devolvió.
- Ya, vete.
Sonreí y me fui.