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Narra Lourdes (Camila)

Estaba aburrida, ya en casa. Raúl se estaba duchando y Annie en su cuarto con su computadora.

Yo estoy en el sofá, revisando Instagram. Nada interesante, hasta una publicación de Juan. Que, por cierto, tiene su cuenta "maluma" cerrada y tiene otra aparte.

Jlla_94

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Jlla_94: Esto era felicidad. Donde tenía mi micrófono, donde me expresaba, donde era libre. Donde las mentiras no existían, donde el dolor se iba por un rato. Donde tenia a mi equipo, a mi familia, a mi segunda familia que eran mis fanáticos... Donde era yo. Donde era Maluma y Juan Luis al mismo tiempo. Donde subia una fan en cada show y les cantaba. Donde me divertía con sus ocurrencias... Donde sólo podía sonreír y liberarme.
¿Que pasó? Ya no lo se. Las luces se apagaron para mi. El micrófono permanece apagado al igual que mi voz. Mis canciones sólo son olvidadas... Maluma ya no existe. Juan Luis... Juan Luis murió con Maluma... Ya no puedo seguir sin esto, sin esta pasión... Sólo soy un chico mas. Y todo por una mentira.
Este #tbt es para Maluma... El chico que una vez subió a un escenario y viajó por todo el mundo... 😪

La verdad, me puso mal leer esto. Tenía razón después de todo. Le quitaron su felicidad por una mentira. Se quedó sin nada por algo totalmente falso.

Decidí llamarlo. Necesitaba hablar con él. Algo me preocupaba.

- Cami...

- ¿Donde estás? Necesito que nos veamos.

- No lo se... Estoy lejos de la ciudad... En un río.

- ¿Que haces ahí?

- Salir de toda esa mierda que me rodea.

Noté que lloraba.

- ¿Por que ruta haz ido?

- Creo que la 95 que me lleva para Hollywood. Frené delante de un río.

- Ah pero te fuiste a la mierda. -Dije levantándome- Espera ahí que ahora voy allá.

- Cami no... Es muy lejos y...

- Callate. Iré allá.

Corte la llamada y busqué en el gps como llegar a la ubicación que me dijo.

Le pedí a Raúl que se quede con Annie y agarré la camioneta para ir allá.

Ah, si, tambien tengo camioneta. Otro de los regalos de Gianlucca.

Al cabo de casi una hora y media, llegué. Él estaba sentado en su moto, mirando el río.

- Juan...

Se volteo. Me acerqué y lo abracé.

- Dios... Te necesito tanto...

Murmuró. Me alejé de él y saqué sus lágrimas.

- ¿Que pasó?

- De todo...

- Ven... Sube la moto a la caja de la camioneta y vamos.

Hicimos eso. Subimos y me dispuse a manejar buscando algun bar o algo parecido para comer.

- ¿De donde sacaste esto?

- Bueno... Tengo una moto grande, un ferrari y esta camioneta. Es regalo de Gianlucca, el marido de mi mamá. Sólo que uso mas el auto que esta camioneta.

- ¿Y cuando aprendiste a manejar?

- Fui a una autoescuela hace tiempo.

- ¿Y la moto?

- No se manejarla. Esta guardada en casa pero no la se usar.

- Cuando quieras puedo enseñarte.

Sonreí. Frené en un Starbucks y bajamos.
Fui a comprar dos cafés y algo para comer. Cuando estuvo, volví con Juan a una mesa algo alejada.

- Ahora si... Cuentame... ¿Que pasó para que llegaras aquí?

Suspiró.

- Confía en mi...

Sostuve su mano. Intentó sonreír.

- Solo... Promete no dejarme sólo, de nuevo.

- No lo haré... Nunca.

***
Maratón 2/3

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