Narra Lourdes.
- Cami... Princesa... Levantate que ya esta el desayuno listo.
Abrí mis ojos de a poco. Juan sonrió y acarició mi mejilla.
- Buenos días...
Murmuré adormilada.
- Buenos días hermosa... Te traje el desayuno...
Me sente en la cama.
- Gracias...
- No es nada... -Sonrió y sostuvo mi mano- ¿Luego te irás?
- Si... Annie quedó sola... Bueno, en casa de una amiga del colegio. Tengo que buscarla.
- Aah... Queria que me acompañaras a un evento de D&G en Italia... Me voy en tres horas.
- Ah, genial -Sonreí falsamente- ¿Y para que voy a ir?
- Es que vamos a estar unos cuantos días, va mi familia también... Pense que querias ir.
- No... Demasiado con el viaje de la semana pasada.
- Pero te estoy diciendo que vayas, yo te pago todos los gastos.
- No es eso sino que... Siento que te estorbo, no lo se...
- No me estorbas, mi vida...
Se acercó y beso mi frente. Quede en shock.
¿Mi vida? ¿Desde cuando este hombre tan cariñoso?
- Amm... De todas formas no lo se... Ademas Annie perdió mucho de colegio y yo de trabajo... Me complica.
- Mira... Yo lo soluciono fácil. Annie tendrá una maestra particular y tu vas a renunciar a eso.
- ¡No! -Casi grité- No voy a Renunciar ni tampoco quiero que mi hermana tenga maestra particular... Mejor ve de viaje, no voy a morirme por eso.
Suspiro.
- Es que no quiero que vaya Natalia... En cambio estando tú, ella no está y yo estoy tranquilo.
Me dispuse a desayunar.
- ¿Y por que va ella?
- Es que se escapa del marido y ademas uno de mis mánager está caliente con ella. El problema es que ella no le da calce y la hace estar conmigo.
Subí mi ceja.
- Pero bien que le diste...
- Si, es cierto, pero eso fue porque quise. Además una venganza por mi enemigo...
Suspire. Baje mi vista.
- Hey... Ven conmigo... -Levanto mi mirada, obligándome a mirarlo- No se que haría sin ti, y tan lejos.
Me sonroje y Sonreí.
- Además... Podríamos irnos solos a otro lugar y seguir nuestro trato.
La cara me quemaba. Reí por los nervios.
- Ya dije que tengo que trabajar...
- Por favor...
Negué.
- Entonces tendré que darte un castigo.
Sonrió. Lo miré con seriedad.
- No voy a ir y tampoco quiero relaciones... Me duele el cuerpo.
Acarició mi mejilla.
- Esta bien... Te entiendo...
Me soltó y se fue. Le reste importancia y seguí desayunando. Al terminar, acomodé un poco mi pelo y me vestí ya con mi ropa.
Salí de la habitación, bajando al living. Él estaba ahí, con su celular. Al escuchar mis pasos, levantó su vista.- Me voy... Suerte en tu viaje.
Bese su mejilla y me dirijo a la puerta, pero me detiene y voltea.
- Tienes 2 horas para arrepentirte... Llámame.
Besó mis labios despacio. Acaricié su mejilla, mientras lo acercaba mas a mi. El beso terminó con una mordida de su parte.
- Idiota...
- Te quiero Nena...
Sonreí.
- Y yo...
Me dio otro beso y nos soltamos. Ahora si, pude irme.