Narra Lourdes (Camila)
- ¿Cuanto mas debemos quedarnos aquí?
- No se. Lo que quieras. ¿Volvemos mañana?
- Me gustaría recorrer un poco mas... Antes de volver a mi tratamiento.
- ¿Cuando debes retomarlo?
- En 10 días. Cada tanto te dan 15 días de descanso. Ya que son dos sesiones por semana.
Terminé de comer y suspire. Me había llenado
- Bueno, podríamos salir mañana y pasear.
- Me parece bien...
Miré las papas fritas de Juan.
¿Por qué se veían mas ricas que las que yo he comido?
Noté que él me miraba, rió.
- ¿Te quedaste con hambre?
- En si, no. Me llené y estaba rico, pero esas papas las noto diferentes.
Me dio la bandeja.
- Oye, no... En serio, son las tuyas.
- Callate y come. Ademas también me he llenado y eso lo voy a terminar tirando.
- Pero...
- Shh -Lo miré y reí- En serio Cami, come.
Sonreí.
- Gracias...
- Si quieres te compro mas.
- No, no es necesario.
Comí las papas. Él me miraba.
- Me hace feliz verte comer, así con ganas.
Trague y sonreí.
- ¿Por qué?
- Porque imagino que es difícil tener esa enfermedad y puede ser costoso comer.
Suspire, tome gaseosa y lo miré.
- De un momento a otro rechazas la comida... Te ves gordo frente al espejo, quieres bajar de peso y lo primero que haces es dejar el alimento. -Volví a comer, tapando mi boca seguí hablando- Luego te atracas con lo que ves, pues tu cuerpo necesita energías tarde o temprano. Luego del atraco, vomitas. Puede ser voluntario o involuntario. Te baja la presión, te debilitas, te sientes cansado... Tu peso baja y dejas de comer por completo. Hasta un nuevo atraco de comida. Con respecto a mi, menstruo mal o no menstruo. Si llego a quedarme embarazada, corre riesgo el feto y yo también...
Se asombro.
- Tú... Lo haces.
- Ahora con menos frecuencia, quiero recuperarme.
Seguí comiendo.
- ¿Raul te lo permite?
- Nunca lo hizo. Peleamos mil veces. Hasta que mi propia familia, él e Ismael me convencieron de hacer los tratamientos.
Asintió.
- ¿Tienes algún compañero o algo en las sesiones?
- En realidad si, uno solo. Se llama Alex, tiene mi mismo problema. Una historia de vida parecida a la mía además.
- ¿Se recupera?
- Si. Va muy bien. Estamos en los mismos grupos, tanto de psicología como del trato a la enfermedad. Ademas cada uno tiene sus sesiones privadas con los médicos y tal.
- Esta bueno. Te ayudan, puedes ayudar a quien tenga tu mismo problema o cosas así.
- Si... La verdad si. Luego te presentare a Alex, seguro te caerá bien.
Sonrió. Terminé de comer y sacamos todo de la cama.
- ¿Te quedas esta noche conmigo?
- No se... Si no te molesto.
- No. Por eso te digo.
Le sonreí. Asintió.
- Esta bien... Sólo busco ropa en mi habitación y vuelvo.
Se levantó y se fue.
Mientras, yo acomodaba la habitación y me preparaba para dormir.
Me quedé quieta frente al espejo del baño.
Es una de las primeras veces que me veo tan delgada. Esta enfermedad me está matando lentamente.
- ¿Cami?
Voltee a la puerta del baño.
- ¿Que pasa?
- Estoy... Muy flaca.
Se acercó.
- Vas a salir adelante. Yo te ayudaré.
Besó mi frente.
- Es hora de dormir señorita.
Me levantó en brazos, reía mientras él caminaba. Me bajo al costado de la cama.
- Gracias por estar conmigo...
- Siempre...
Sonreí y me acosté. Él hizo lo mismo. Ninguno tardó en dormirse.