El Niñero 8

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PETER:

- ¿Disculpe? - preguntó el ex novio de Lali, y también padre de Santino. Seguro que estaba aturdido por la noticia. De una, aunque siendo mentira, le había robado al hijo y a la ex novia. La culpa era suya, yo no había abandonado a ninguno de los dos.

- ¿Disculpe por qué? Soy el novio de Mariana Espósito. La madre de Santino.

De repente, comencé a notar que alguien tiraba para abajo de la tela de mi pantalón. Miré hacia el piso y vi que era Santino, que mientras negaba con la cabeza me decía:

- Para Peter, no mientas más, lo vas a enojar.

Le hice una señal con el dedo de que estuviera en silencio y volví a centrarme en la conversación telefónica.

- ¿Cuándo puedo hablar con Lali?

- No llega hasta la tarde. Así que no va a poder hablar con ella hasta entonces, ahora mismo seguro que esta llena de trabajo en la oficina, lo mejor será que usted no la dé más molestias si ella no quiere que se enoje.

- ¡¿Enojarse?! - dijo con un tono alto -. Disculpe pero soy yo el que debería enojarse. Necesito una explicación sobre todo esto, me parece una broma de muy mal gusto. Deja a mi hijo solo con su nuevo y desconocido novio. No me parece nada bien y quiero que Lali me de una explicación. Me la merezco como padre.

- Ajá... ¿Se cree que por llamar a Santino una vez a la semana se va a llevar el premio al padre del año? ¿Se cree que por pedir explicaciones a Lali va a quererle más, o se lo va a agradecer más? No, se equivoca y mucho. Usted es un cara dura, que abandonó a Lali cuando estaba embarazada, y ahora solo quiere ocuparse de Santino cuando le da la gana. Básicamente, cuando tiene tiempo y le apetece. Y eso no es de ser una buena persona. Ahora yo soy el nuevo padre de corazón de Santino, y aunque soy un poco desastroso, sé muy bien que va a recibir todo el amor y cariño que nunca recibió por su parte. Ahora le aviso que llame usted a Lali por la tarde y que no la repeche que se haya puesto de novia conmigo, porque ella tiene todo el derecho, al igual que usted, que también tiene novia y va a casarse con ella. No quiero ninguna queja porque sino se las verá conmigo, ¿le queda claro? - Uau... Era increíble el discurso que le había dado en poco tiempo. Y sin prepararlo. Esto de la responsabilidad estaba empezando a ser algo bueno para mí.

Tan solo se escuchó un suspiró y el padre de Santino cortó la llamada sin responder a mi última pregunta. Dejé el celular en la mesa de la cocina y miré a Santino:

- No pasa nada, ¿de acuerdo? Lo tengo todo bajo control.

- Es que sé que papá se enoja con facilidad... Y te digo una cosa, aunque apenas venga a verme, papá me quiere mucho. Pero no tiene tiempo, tiene mucho trabajo - Santino baja la cabeza y se sienta en la silla.

La cagué. No con todo lo que le dije a Benjamín, sino porque se lo dije delante de Santino. Le puse el desayuno algo quemado en un plato y después la leche en una taza que el tenía personalizada con su nombre y el ratón Mickey de Disney.

- Desayuná.

- No tengo mucha hambre - me dijo él cabizbajo.

Lo había hecho todo mal por culpa de atender ese maldito llamado. no debería haberlo hecho. Había lastimado a ese pequeño de ojos hermosos. Además, de que su mamá seguramente me iba a retar.

- Pero tenés que ir al colegio, y allí vas a tener que estar atento a las clases, tenés que desayunar bien para estar atento y al 100%. Además luego tenemos clase de rugby. Dale, desayuná.

Él me miró con los ojitos llorosos:

- Fuiste muy duro con mi papá. Te metiste con algo con lo que no tenías que ver. Ya se que mi familia está rota, pero no hace falta que lo digas adelante mío.

Suspiré:

- Perdón Santino... ¿Podrás perdonarme?

- Tal vez más adelante - mordió un trocito de tostada y la volvió a dejar en el plato -. Vamos al jardín, no quiero nada más. Ya comeré luego.

LALI:

La mañana había comenzado muy bien. Incluso el abusón de Mariano me había felicitado por llegar pronto a mi puesto de trabajo.

Fue sobre las 10 de la mañana, cuando recibí un llamado por parte de recepción. Benjamín Amadeo, mi ex y el padre de Santino. ¿Por qué me llamaba a esta hora? Mi corazón empezó a palpitar rápido y me preocupé muchísimo:

- ¿Benja? Buen día - dije nada más atender a su llamado -. ¿Todo bien?

- ¿Qué tipo de monstruo está cuidando a nuestro hijo?

- ¿Peter?

- Sí, Peter. Tu novio.

Fruncí el ceño. Las cosas no iban a estar tan bien como lo habían estado esta mañana cuando recogiera a Santino de su clase de rugby.

EL NIÑERO - LaliterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora