El Niñero 14

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(En primer lugar, siento tardar tanto en actualizar. He tenido unas últimas semanas llenas de exámenes, y bueno, tengo que estudiar. Espero que no se hayan molestado demasiado, y me repito, lo siento muchísimo haberlas hecho esperar. Después de lo que valoran todas mis novelas, nunca olvido a mis súper lectoras. Un beso para todas y cada una de ustedes, que me leen en cuanto subo un capítulo. Estoy muy agradecida :) )


LALI:

Me desperté con Peter al lado. ¡¿PETER?! Oh no... ¡Santino! Mierda. Se me había olvidado por completo Santino. Me llevé las manos a la cabeza y me levanté rápidamente de la cama. Estaba desnuda. Sí, sabía bien lo que anoche ese hombre y yo habíamos hecho. Y hacía mucho tiempo que no había tenido esa linda sensación. Por un momento, había regresado a mi adolescencia. Y había sido fantástico. Pero me había vuelto a acordar de que tenía un hijo pequeño a mi cargo, que estaba con su malhumorado papá, y que seguro que estaban tocando como locos el timbre de mi casa.

Me vestí rápidamente, con la elegante ropa que llevaba la noche anterior. Después de eso, aunque con pena y respeto porque seguro que iba a molestar a Peter, lo desperté. Al principio él gruñó, pero con unos mimos en la espalda, terminó abriendo los ojitos, muy sorprendido al verme al lado, sentada en su cama, tras una noche de sexo.

- Lali... - susurró con voz de recién levantado.

- Tengo un problemita. Un problemita bastante grande.

- ¿Qué pasa? - me preguntó mientras se frotaba los ojitos.

- Santino... - respondí mientras jugaba con mis manos -. Debería haber recogido como muy tarde está mañana. Pero... Seguro que su viejo está tocando como un loco en mi puerta y nadie le abre. Me puede denunciar por abandono al menor, y no es el caso.

Peter volvió a gruñir, esta vez con razón, porque estaba despierto.

- El padre de Santino no puede ser más idiota, te hablo en serio Lali. ¿Cómo vas a abandonar a Santino? Él acaso duda de tu amor hacia tu propio hijo. Llamalo... Ahora te llevo a tu casa.

- Es que va a estar furioso... - dije con un nudo en la garganta. Sin duda iba a estar furioso, e iba a gritarme por teléfono: "¡¿Dónde mierda te habías metido?!" "¡Tenés un hijo pequeño que necesita de vos!" "¡Te vas de fiesta y ni te acordás de él!". Ese era el caso, cuando apenas me había ido de fiesta desde que había tenido a Santino. Pero bueno, Benjamín tenía suficiente con echarme la culpa. Me criticaba y se quedaba agosto y feliz. Sin duda, cada vez pensaba peor de él, y estaba más segura de que había elegido muy mal al padre de mi único hijo.

Peter se levantó. Estaba completamente desnudo. Rápidamente se puso el bóxer y volvió a mirarme:

- Dame tu celular. Yo lo haré.

Negué con la cabeza:

- Creo que eso no va a ser muy buena idea...

- Lali, por favor. Yo lo haré. Anoche nos acostamos... Porque bueno, ambos nos teníamos ganas. También es mi culpa, así que yo le llamo. Tengo ganas de decirle a ese pibe unas cosas. En primer lugar, vos no tenés anda de mala madre, al contrario, das la vida por Santino, y en segundo lugar, también tenés derecho a divertirte una noche. Ese tarado va a casarse y se divierte siempre, ¿y vos no podés? A mí no me parece bien, así que dame el celular por favor, quiero ponerle los puntos.

Suspiré:

- Peter, más que nada no quiero problemas, porque el perjudicado puede ser Santino. Y él es el primero que con su padre no se siente lo suficientemente cómodo.

- Además de tarado, mal padre. ¿Viste cómo él es el malo de la película? No sé como pudiste tener un hijo con él... De verdad te digo.

- Nos gustábamos simplemente. Y bueno, el fruto de nuestra relación fue Santino, que es el amor de mi vida y no podría vivir sin él un solo día. Lo amo con toda mi alma, y si me levanto cada día es por ese pequeño. Porque me necesita y me ama.

- Y sin duda tenés un hijo maravilloso, que es maravilloso gracias a la educación y al amor que vos le das cada día, Lali. Los méritos en este caso se los tiene que llevar la mamá, porque el padre nunca ha hecho nada para poder satisfacerle. Un padre no puede ser solo padre tan solo algún fin de semana, se es padre todos los días - dijo Peter muy serio -. Yo no he tenido nunca hijos, pero mi vieja me ha enseñado que ser padre es una responsabilidad que se lleva al 100% todos los días. Que un día podés ser padre, pero al siguiente también debés serlo. Y ese no es el caso de tu ex. Ese hombre es padre cuando le da la gana, y puedo asegurarte de que está menos preparado para ser padre que yo, que me considero fiestero, mujeriego y todo eso. Pero un hijo, es un hijo. Y punto. Yo no estoy preparado para ser padre, ni mucho menos. Me da miedo ver a un bebé llorando, o a un nene con un pañal lleno de caca. Pero Santino es estupendo, es muy tierno y muy bueno. Además, se merece lo mejor del mundo, porque es la inocencia, la inteligencia y el cariño hecho persona. Es todo amor ese nene, y lo es gracias a vos, Lali. No gracias a ese hombre que solo te dejó embarazada hace unos años.

Tragué saliva. Nadie nunca me había dicho unas palabras como esas. La verdad que poca gente me había valorado como madre soltera. Siempre me decían que tenía que cargarle a Benjamín también. Pero no, había tirado yo sola del bebé, y ahora del nene, durante toda mi vida. Y había sido una madre soltera feliz, cuidando a mi hijo por sobre todas las cosas. Si poder remediarlo, una lágrima cayó por mi mejilla, y Peter la secó rápidamente.

- No podés ser más hermosa...

- Gracias... Por todas esas cosas tan lindas que me has dicho.

- Te las mereces... Y ahora, me vas a dejar que llamé a ese estúpido. Así nos reímos los dos. y también Santino mientras escucha.

- Está bien, dale. Pero tenemos que bajar, tengo todo en la sala.

- Sí, fue un poco demasiado rápido. Sin premeditar.

- En verdad sí - dije riendo.

Y sí... Pero aunque hubiera sido en frío, mi primera vez con Peter había sido la más linda. 

EL NIÑERO - LaliterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora