El Niñero 31

1.2K 106 15
                                    

PETER:

Lali y yo fuimos rápidamente a la oficina de la asistente social para hablar con ella. Ella ya tenía todo escrito, que semanas Santino estaría con su madre y cuáles estaría con Benjamín. Sí, Benjamín, porque para mí no era su padre. Simplemente era un maldito estafador que nos quería quitar al pequeño. Nada más.

- Santi - dijo Lali al abrir la puerta -. Nos vamos a casa.

Santino se levantó de la silla dando un saltito y vino con nosotros:

- ¿Qué ha pasado? ¿Me quedo con ustedes?

Lali negó con la cabeza y rompió a llorar:

- El Juez quiere que pases una semana con cada uno a partir de ahora mi amor - dijo Lali. La abracé y Santino también la abrazó -. No ha querido que vengas solo con nosotros, lo siento mucho mi vida, lo siento muchísimo...

Santino comenzó a hacer pucheros y también se puso a llorar:

- ¿Por qué hay gente tan mala?

- No lo sé, enano - dije -. Pero vamos a hacer algo si a vos te parece, vamos a seguir luchando para que te quedes con nosotros. Mamá y papá nunca van a dejarte de lado, nunca enano.

- El Juez ordenó que esta semana estés con tu mamá, Santino. El domingo por la tarde, Benjamín debe ir a recogerlo, la semana que viene tendrás que ir a recogerlo vos, Mariana. Ha concedido un día de visita a la madre mientras que esté con el padre, los jueves, después del colegio - dijo la asistenta social -. Si hay algún problema, me llaman. Siempre estaré para atenderles - nos dijo tendiéndonos una tarjeta con su nombre y su número de teléfono -. Cualquier duda o problema me lo comunican. Aviso que sabiendo los problemas que hay, si aumentan, el Estado puede quitarles la tutela de Santino, así que deben comportarse.

Lali abrió los ojos:

- ¡¿QUÉ?! ¿Cómo que quitarnos a Santino?

- Es por la mala relación, no se pueden pelear. Lo importante es Santino. Tengan cuidado y listo.

- Lo tendremos. Pero el nene nunca dio problemas estando con Lali. Y conmigo tampoco, si el papá es el violento y agresivo nosotros no tenemos la culpa.

- Pero es el padre, es lo que hay. Santino me estuvo contando pero es demasiado pequeño como para declarar en un juicio, para eso hay que esperar. Mi recomendación es que esperen a que el nene tenga 7 años para volver a comenzar con el proceso, y entonces podrá declarar y pedir su opinión, y ahí ya estará arreglado todo.

- ¿Cree que así saldrá bien? - preguntó Lali.

- Supongo que sí, será lo mejor - nos dijo la asistente social

Y así quedó todo. Al menos por un tiempo.

Pasaron las semanas, y los meses. Lali cada vez estaba más gordita, de seis meses. El doctor ya nos había dicho que sería un niño. Yo, papá de un niño... Estaba sumamente feliz. Santino también estaba muy feliz de tener un hermanito varón. Prefería un niño a una niña, aunque Lali era la que menos feliz estaba. Ella quería una niña, para así tener la parejita:

- Voy a estar rodeada de hombres.

- Entre los tres te vamos a cuidar mucho - respondí.

- Sí mamá, te vamos a cuidar mucho mucho - dijo Santino con una enorme sonrisa en la cara.

Todo fue más o menos bien, hasta que una tarde de domingo, después de recoger a Santi de casa de Benjamín, todo se coloreó de negro.

Estaba ayudando a Santi a bañarse cuando le vi en la espalda unos moretones que la semana pasada no tenía:

- Santi, ¿qué te ha pasado la espalda?

- Nada - respondió el nene nervioso.

- Sí, ha pasado algo. Esto no lo tenías la semana pasada, ¿te lo has hecho en el cole? ¿Te has caído? - le pregunté -. ¿Qué ha pasado?

- Nada papá - dijo de vuelta.

- Santino - suspiré -. No me gustan las mentiras, sabés que podés confiar en mí. Me podés contar cualquier cosa que te haya pasado.

- Te juro que no pasó nada papá - suspiró.

- ¿Sabés que jurar si no dices la verdad está muy mal? - le pregunté sentándole en mis piernas -. Contame, ¿qué ha pasado? Papá no te va a retar. Te lo prometo.

- El otro día armé bardo en casa de Benja... Y me pegó. Él y la novia...

Me enfurecí:

- Lo mato, ¡lo mato! ¡¿Ahora se pone a maltratar a menores el muy estúpido?! Y no menores, ¡a su propio hijo! Voy a hablar con mamá, ¿terminas de bañarte solo?

- Sí.

- Y luego nos contás concretamente todo lo que pasó, ¿si?

- Sí, papá.

Le di un beso en la cabeza y lo abracé con cuidado:

- Te amo, y ni yo ni mamá queremos que te pase nada malo. Te amamos y si te pasa algo, nos morimos.

- Lo sé, yo también los amo a ustedes - Santino me dio un beso en el cachete.

Le dejé solo en el baño y bajé bastante disgustado. Lali estaba leyendo una revista. Me miró:

- ¿Que te pasa? Tenés mala cara.

- Benjamín ha pegado a Santino. Tiene la espalda llena de moretones horribles, grandes. No me contó el porqué, pero la cosa es que le ha pegado - tragué saliva -. Tengo ganas de ir a matarlo.

Lali se puso furiosa:

- ¡¿Me quita a mi hijo para después maltratarlo?! ¡Es un hijo de...!

La frené:

- Pará, no digas nada que el nene escucha palabras feas y luego las repite. Vamos a calmarnos y a tratar de buscar una solución

- Voy a llamar al abogado. Igual él nos da alguna solución con todo esto.

Durante un buen rato, Lali estuvo en la cocina llamando al abogado, mientras que yo me preparé un té en el salón para calmarme.

Después de una hora, Lali cortó la llamada, regresó al salón y me miró fijamente:

- Nos llevamos a Santino. Esta todo hablado con con un inspector privado - Lali tragó saliva -. Se que es ilegal, sé que viene a ser una especie de secuestro, pero le ha pegado Peter, y si el juez no nos cree, y nadie quiere hacer nada para arreglar toda esta situación, nos llevamos a Santino a España.

EL NIÑERO - LaliterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora