El Niñero 27

1.4K 101 8
                                    

LALI:

Creo que lo de adoptar a Santino era demasiado precipitado. Por mí, la idea no estaba mal, pero Benjamín sí que iba a poner pegas. Conocía bien como era el padre de Santino, Y todo lo que viniera de Peter o de mí, iba a estar mal. Así que lo mejor era dejarle las cosas bien claras a Peter, y por mucho que le doliera, decirle que no.

- Perdona... Creo que lo dije sin pensar, sí que es verdad que quiero adoptar a Santu, pero debería habértelo dicho de otra forma - Peter me abrazó -. Lo siento Lali, no te enojes. Fui demasiado brusco.

Le seguí el abrazo:

- Tranquilo, no estoy enojada. Pero sé, que si adoptas a Santino, Benja se va a enojar. Y ya sabes como es... No quiero empeorar las cosas. Al menos así las cosas no van mal, no hay que crear más problemas. Estoy embarazada y quiero estar tranquila.

- ¿No quieres que adopte a Santino por lo que Benja pueda decir?

Miré a Peter fijamente a los ojos y asentí con la cabeza.

- Puedo hablar con Benja si quieres.

- Te he dicho que no quiero que empeores las cosas. Santino es el hijo de Benja. No es un buen padre, pero tampoco es un mal padre... No le podemos sacar al nene así porque si.

- Pero si le ignora... - dijo Peter, enojado.

- Ya sé que le ignora y que le utiliza cuando quiere. Pero es su padre, lleva su sangre. Y en el caso de que vos le adoptes, va a haber problemas.

- Pero yo quiero adoptar a Santi, Lali - repitió Peter -. Es mi mayor deseo. Es lo que quiero, vamos a Santi con todo mi corazón, tanto como ese bebé que vamos a tener. Y quiero adoptarlo.

- Pero también tienes que respetar lo que Benja quiere. Y Benja y su padre biológico.

Y justo en ese momento, Santino estaba bajando por las escaleras, ya listo para irse al colegio:

- ¿De qué estaban hablando?

Miré a Peter:

- De nada importante... ¿Todo listo, mi amor? ¿Podemos irnos ya?

- Sí ma, podemos irnos ya.

- Pues vamos - Lali agarró las cosas del colegio, salimos y nos subimos al auto.

-...-

PETER:

Estuve pensando durante toda la mañana en la conversación con Lali sobre adoptar a Santino. No quería armar más bardo, pero tenía muchas ganas de llamar a Benjamín y dejarle las cosas bien claras. Lo primero, su hijo no era un juguete, y pese a que se le hubiera dicho 1000 veces, seguía tratándolo como tal.

Seguramente, yo iba a ser mejor padre para Santino que Benja. Pero claro, Lali no estaba de acuerdo, no quería problemas con Benja, y sí, era entendible. Pero hasta qué punto iba a estar soportando esta situación. ¿Hasta que solo llamara al nene por navidad y por su cumpleaños? No sé, no me gustaba para nada la forma de actuar de Lali en este caso, pero tampoco quería joder nuestra bonita historia de amor por ese estúpido de Benja.

Estuve pensando durante toda la mañana en como hacer que Benja se llevara un escarmiento. ¿Y si llamaba al Juzgado para avisar de la situación, por mucho que Lali se enojara? Sinceramente, aguantaba a Benja por no tener problemas, pero no podía verle. Santino tampoco quería demasiado a su papá, me prefería a mí.

Pero definitivamente, si hacía algo con el tema de Santi, tenía que ser con mucho cuidado, porque podía perjudicar a Lali y la podían arrebatar la tutela. Y obviamente, Lali podía llegar a enojarse mucho conmigo, y estaba embarazada de mi hijo, de mi sangre, y no quería que pasara nada.

Así que lo mejor, era esperar. Esperar y no hacer nada al respecto, aunque me estuviera muriendo de ganas de joder bien al padre de Santino.

Y después de un día lleno de trabajo, los tres regresamos a casa. Pasamos la tarde juntos, ayudando a Santino con la tarea del colegio.

Cada día, mi pequeño era más inteligente. Le encantaban las clases y estudiar. Y su mamá, y yo también, estábamos muy orgullosos de él, de todo lo que aprendía, y de lo rápido y bien que hacía la tarea.

Y después de bañarnos y de cenar, acompañamos a Santino a la cama. Lo tapamos bien, y después Lali y yo nos fuimos a nuestro cuarto.

Era la rutina de cada día.

- He pensado en algo durante el día de hoy... - me dijo Lali mientras se ponía el pijama.

- ¿En qué?

Lali suspiró:

- En lo de la adopción de Santino. Benja es una mierda de padre, y sinceramente prefiero que tengas tú la tutela de Santi. Que la tengamos nosotros dos. El juzgado tal vez entendería nuestra situación. Económicamente tenemos dinero para lo básico, pero el dinero no da la felicidad. Con nosotros, Santi va a tener una mayor estabilidad. Además siempre me encargado yo de él... Y tú has demostrado ser un buen padre. Así que... Si tú estás de acuerdo con todo esto, podemos iniciar esta lucha, juntos.

Era increíble que Lali hubiera aceptado mi propuesta. Estaba siendo muy valiente, y tenía que apoyarla.

- Lo sé mi amor, y vamos a ganar esta lucha - la dije, abrazándola -. No tenemos que tener miedo, Santino lo tiene todo con nosotros. Tiene amor, tiene una casa, una familia que lo adora y un hogar. Además, económicamente le damos una buena vida, no somos ricos, pero solo nos atrasamos una vez pagando las facturas, no ha vuelto a pasar. Yo tengo un trabajo estable en el colegio, al igual que vos en la clínica. Y estoy seguro, de que Santi va a querer quedarse con nosotros, y con su futuro hermanito. Así que cero miedos, y adelante con todo esto.

EL NIÑERO - LaliterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora