El Niñero 29

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PETER:

Y por fin llegó el día del juicio. De por medio, hubo un acto de conciliación. El abogado de Benja había pedido que todo se quedase igual que estaba, pero nuestro abogado no aceptó. Así que el juez decidió que lo mejor era ir a juicio para que allí se expusiera el caso y mediante las leyes del país se decidiera.

- Hay que prepararlo todo muy bien - nos dijo nuestro abogado -. Pasa que para el juicio voy a necesitar una cosa, y no si si la mamá va a estar por la labor - miró a Lali.

- ¿Qué cosa? - preguntó Lali.

- Quiero que Santino escriba algo en el que diga lo que piensa de todo esto. Quiero hablar con él, pero que él redacte la carta solo, bueno, o que la redacten ustedes por él, pero que en la carta Santino exponga sus sentimientos - comentó el abogado -. Creo que es el más indicado... El juez debe escucharle y tener en cuenta su opinión aunque sea un nene.

- ¿No habrá ningún problema siendo tan chiquito? - le preguntó Lali algo preocupada.

- No, no creo que haya ningún problema, y menos si por parte de la madre es algo consentido - respondió el abogado.

- ¿Y por parte del padre? - preguntó Lali de vuelta.

El abogado suspiró:

- Ahí si que podemos tener un problema... Bueno, el caso es que, hablo con mis compañeros del despacho, y vemos. Pero el tema de la carta no será ningún problema. Puede escribirla y listo - respondió -. Así que un día por la tarde, después de que salga del colegio, le traen y listo. 

- Perfecto, muchas gracias - dijo Lali.

- Muchas gracias.

- De nada, estoy acá para ayudarles - sonrió el abogado.

Y bueno, como les iba contando, llegó el día del juicio. Finalmente, los abogados compañeros dijeron que lo mejor era que Santino no asistiera al juicio por posibles problemas con Benja. Ya bastante enojado estaba con el tema de la demanda de que yo, Juan Pedro Lanzani, "quería robarle a su hijo". Todos los días, desde el día que le había llegado la solicitud de demanda, le mandaba mensajes a Lali quejándose, insultándonos y diciéndonos que lo íbamos a pasar muy mal si no ganábamos el juicio. Todos los fines de semana desde entonces, pedía ver a Santino. Lali solo aceptaba con la condición de que ella supervisara esa visita. No confiábamos en él para nada, podía llevarse a Santi, secuestrarlo o sacarlo del país. 

Toda la situación también estaba siendo un poco traumática para el nene. Él no quería irse con su padre, sino quedarse con nosotros. Quería que yo fuera su nuevo papá. Tenía miedo de que las cosas fueran a peor y que el juez le dieran enteramente la tutela a Benja. Así que desde hacía días tenía terrores nocturnos, menos ganas de jugar, no quería ir al cole... 

Por lo que cuando llegó el día del juicio fue un consuelo, al menos para mí. Sí, seguía estando nervioso pero al menos solo quedaban unas cuántas horas para conocer el veredicto del juez y salir de dudas.

Tomamos un taxi junto con Santino y llegamos a los juzgados. Allí, Santi se quedó con una asistenta social hasta que terminara el juicio. Lali y yo fuimos al pasillo y nos sentamos enfrente de la sala, esperando a que alguien nos llamara.

Al rato apareció Benja, acompañado de su abogado y su nueva novia. Nos miró amenazante y nos dijo con un tono desafiante:

- El padre del nene soy yo. 

- Sos el padre biológico, no te has encargado de él nunca. Solo cuando te apetecía.

- No tenés derecho a hablar de como me comporto como padre. Es problema mío, ni siquiera llevas su sangre.

- Soy su papá del corazón y eso muchas veces es más importante que compartir sangre. 

- Claro, claro... Eso decís vos. Me querés robar a mi hijo... Mejor no te insulto, ya te dará el juez tu merecido.

Fue entonces cuando Lali se levantó del asiento y miró a Benjamín fijamente:

- Varias cosas. La primera, vos me abandonaste literalmente. Me quedé embarazada y te dio igual. Claro, te encargaste del nene, pero un 10%. Solo le haces caso cuando te interesa, no es un juguete, Benja. Santino tiene cerebro, tiene corazón y tiene sentimientos. Sabe perfectamente que no sos un buen padre con él. Si fueras buen padre irías a verle de vez en cuando a la salida del colegio, o te le llevarías a casa para hacer la tarea... Sí, solo le mandan hacer fichas de caligrafía y para colorear, pero seguramente agradecería que le ayudaras - Lali tragó saliva -, y desde que Peter está en casa, es él quién le ayuda a hacer todo eso. Peter le ha enseñado a jugar al rugby, ha estado en todos sus partidos desde que empezó con ese deporte. Vos todavía ni lo has visto, ni siquiera sabías que jugaba al rugby tal vez - ella suspiró -. Ahora no te hagas el pobrecito, sos mal padre, Santino no te quiere. Quiere a Peter. Y todo eso ha quedado por escrito.

- ¿Cómo por escrito? - preguntó Benja levantando una ceja.

- Ya lo verás en el juicio.

Fue en ese instante cuando apareció nuestro abogado, y un minutodespués, la secretaria judicial nos llamó para comenzar con el juicio.

Había llegado el gran momento, a ver quién ganaba.

EL NIÑERO - LaliterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora