El tiempo transcurría y se acercaba ya finales de octubre, era justo una semana antes de mi cumpleaños.
Aquel sábado entré a eso de las cinco de la tarde en el despacho de Severus sin llamar y, al ver que no estaba me adentré un poco más hasta su laboratorio.
Allí estaba de pie y con gesto concentrado, así que esperé a que terminara de enrasar el pequeño Erlenmeyer de 50mL y dejarlo sobre la mesa. Suspiró orgulloso, como siempre hacía cuando le salía a pedir de boca una poción, que era casi siempre.
-¿Qué estás haciendo?
Se sobresaltó y me miró un poco desconfiado.
-Supongo que a ti te lo puedo contar – dijo inseguro –, esto es Poción Matalobos.
-Todo esto es muy fascinante y eso, pero vayamos al grano, ¿para qué la quieres?
-Encargo de Dumbledore.
-¿Y a quién se la va a dar él?
-Pues… - por unos segundos se quedó callado – Es para Lupin, soy incapaz de mentirte.
-¿Lupin es un licántropo? – pregunté sorprendida.
-Sí, una asquerosa bestia.
-Ahora me cuadra el por qué tiene tantos arañazos…
-¿Te vas fijando por ahí en los arañazos de la gente?
-No me hacen falta, con los tuyos tengo más que de sobra.
Parece que ese comentario lo incomodó un poco.
-Lo siento, no he querido insinuar cualquier cosa que estés imaginando…
-¿Qué harás el sábado? – me interrumpió.
-Aun me estoy pensando si de ir a la salida de Hogsmeade.
-Si al final no vas avísame.
-¿Por qué?
-Por algo que te va a gustar, y no me sacarás más de ese tema.
Durante la semana siguiente el profesor Lupin faltó a todas sus clases y no se lo veía en el castillo a excepción de para comer algo.
Aquella noche entré en el despacho de Severus y me senté a esperarlo dentro, mientras el calor de la chimenea me arropaba y sacaba de mis huesos el frío que las paredes del castillo habían calado en ellos.
-Cada día cenas más pronto, ¿cómo es eso posible? – preguntó a modo de saludo.
-Porque poco a poco me voy acostumbrando a esta nueva rutina.
-Eres peor que un gigante comiendo.
-Gracias por el alago. Por cierto, el sábado por la mañana iré a Hogsmeade, pero en la tarde estaré aquí.
-Tenía pensado, llevarte a un sitio, pero como supongo que estarás cansada cuando vengas, ¿qué te parece si dejamos aquello para la siguiente semana y pasamos una tarde tranquila en la mansión?
-Me parece perfecto. Supongo que llegaré un poco antes del almuerzo.
-¿Eso es una indirecta muy directa para que te lleve a comer?
-Tú lo has ducho, una indirecta muy directa.
-Esta noche tengo que corregir sí o sí unos ensayos, así que si quieres irte…
-Te haré compañía un rato para que no estés solo – vi que él estaba a punto de protestar –. Tranquilo, no te molestaré.
Daba vueltas por el despacho investigando los pocos libros que tenía allí, en comparación con todos los que había visto que él poseía, y a la vez mis dedos jugueteaban con la pulsera de mi mano derecha, aquella que me había regalado Severus hace cerca de un año y donde guardaba mi varita.
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Dark Shadow ~Severus Snape
FanfictionQuién me diría que esa persona que un día conocí como un desconocido podría despertar en mí tanto interés. No sé en qué momento pasó, ni cómo fue que empecé a sentir aquello. Su nombre resuena siempre como un susurro dentro de mi cabeza... Severus S...