Quién me diría que esa persona que un día conocí como un desconocido podría despertar en mí tanto interés.
No sé en qué momento pasó, ni cómo fue que empecé a sentir aquello.
Su nombre resuena siempre como un susurro dentro de mi cabeza... Severus S...
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- ¿Qué está pasando? - pregunté una vez en mi habitación.
- No lo sé, solo he recibido un comunicado diciendo que te sacara de allí de inmediato
- ¿De quién?
- No lo sé, el pergamino sigue sobre la mesa - me levanté con pesadez y me dirigí al escritorio.
- Esta es la letra de Albus.
En ese momento sentí una quemazón en mi pecho e inmediatamente saqué el pergamino comunicador con Severus.
¿Te ha visto?
¿Quién? Estoy en mi habitación, ¿qué ha pasado?
Un nuevo decreto ordena cerrar la red flu del castillo a excepción del de la Suma Inquisidora, la subdirectora y el director. Umdridge va entrando en todas las chimeneas conectada antes de cortar la red.
¿Y cómo iré ahora a las reuniones?
Me temo que no podrás, sería demasiado sospechoso.
No, Severus. Me niego. Pediré un permiso a Dumbledore o lo que sea.
Sería demasiado sospechoso que ambos desapareciéramos siempre a la vez, que no te extrañe que esa mujer tenga vigilancia incluso dentro de los dormitorios de alumnos.
A las reuniones de la Orden podría no asistir, si fuera algo importante, el director me podría poner al día, pero con los Mortífagos es otro tema, no puedo no asistir.
Es lo que va a haber.
Hemos de buscar una solución.
No será posible.
Ambos sabemos qué pasará si no asisto.
Ven antes del almuerzo, pero no entres por el despacho.
Cansada, guardé el pergamino. No quería siquiera pensar en lo que podría pasar. Preferiría mil y una vez una tortura a aquello. De milagro me libré con Slade, pero si llegaba a pasar, esta vez no tendría tanta suerte.
Pasadas unas horas los tres se encontraban en el despacho del director.
- Queridos míos, la solución es muy fácil - el hombre canoso rio como si no hubiese problema ninguno -. Algunas criaturas pueden aparecerse en lugares donde otros no pueden debido a las diferentes naturalezas mágicas.
Severus se pasó las manos por la cara, sintiéndose idiota por no haber caído en la obvia solución. Aunque cierto es que a veces lo más obvio es lo que nunca se nos ocurre.
- Dicho esto - el director continuó su discurso, ahora con un tono más serio -, Lyra, prefiero que no te presentes en la Orden durante una temporada. Debido a la ascendencia es lógico que tu sitio estaría entre mortífagos, pero no quiero ningún indicio que demuestre que pudieras estar en la Orden. Atenderás solo a las sesiones más importante y durante el resto debes preocuparte por mantenerte bien visible e intenta captar la atención de la Inquisidora.
